Víctor Fernando Büttow Roll1*, Valdir Silveira de Avila2, Aline Piccini Roll1
1Departamento de Zootecnia de la Universidad Federal de Pelotas (Brasil)
2EMBRAPA Suínos e Aves, Concordia (Brasil)
roll98@ufpel.edu.br
Imágenes cedidas por los autores
Las gallinas ponedoras alojadas en jaulas son sometidas a un estado de frustración, como consecuencia de la restricción de espacio físico que no permite que las aves expresen su comportamiento natural y que sumado a una falta de estímulos (pocos movimientos), conlleva la aparición de comportamientos anormales (FAWC, 1993).
Existen varios conceptos de bienestar animal, pero en general todos pretenden garantizar el cumplimiento de las necesidades físicas, la ausencia de lesiones, de enfermedades, de hambre, de sed, de incomodidad, de dolor, de miedo y de estrés, la posibilidad de expresar su comportamiento natural (necesidades comportamentales), para promocionar y preservar la salud.
La mayoría de estos requisitos se cumplen en las jaulas. Las necesidades fisiológicas (salud, sed, hambre, etc.) y las condiciones ambientales, tales como temperatura, humedad, exposición a la luz solar y los ruidos son normalmente satisfactorias en las granjas comerciales. Entonces, ¿dónde reside el problema de las jaulas? Por eliminación podemos llegar a la conclusión de que el problema es el espacio físico y la falta de recursos, que restringen las necesidades comportamentales y naturales de las aves.
Para poder reflexionar sobre esta cuestión en profundidad, en primer lugar tendremos que definir qué es una necesidad. Según el diccionario Larousse necesidad es: 1) cualidad de necesario, 2) falta de las cosas necesarias para vivir.
Hasta el presente momento los informes del Comité Científico Veterinario Europeo sobre la normativa europea de bienestar animal (CEC, 1999) evitan utilizar el término “necesidad” para aquellos aspectos más conflictivos de la normativa, como son los comportamientos naturales y las necesidades comportamentales. Todo lo que la ley considera una necesidad animal debe tenerse en cuenta. Por ejemplo, la comida y el agua son necesidades fisiológicas, porque sin ellas los animales morirían. Por esta razón, según la normativa europea, ningún animal debe permanecer mucho tiempo sin estos recursos disponibles.
¿Cuáles son las necesidades comportamentales más importantes para las ponedoras? |
Cuando se hace una revisión a la bibliografía internacional sobre el bienestar de ponedoras se observan tres puntos importantes: 1. En condiciones naturales, principalmente durante la noche, las aves escogen lugares altos, como las ramas de los árboles, para descansar y huir de los depredadores. Diversos autores defienden que las gallinas continúan fuertemente motivadas en realizar este comportamiento, por eso la falta de perchas en las jaulas provoca frustración en las aves. 2. Cuando están criadas en libertad, las gallinas prefieren construir nidos en locales protegidos y alejados del resto del grupo, en los que hacer la postura e incubar sus huevos. La imposibilidad de realizar este comportamiento preovoposición debido a la ausencia de nidos se ha considerado uno de los problemas más graves en las jaulas convencionales de postura. 3. Las gallinas en su ambiente natural se acicalan las plumas y realizan baños de arena para mantener su plumaje en buenas condiciones y eliminar los ectoparásitos. Por tanto, la imposibilidad de realizar estos comportamientos en las jaulas convencionales debido a la falta de sustrato, causa frustración que conlleva consecuencias negativas en el bienestar de las aves. |
Para los aspectos relacionados con las necesidades comportamentales y naturales de las gallinas el Comité Europeo ha preferido utilizar el término “fuerte preferencia”, ya que sabemos que en las condiciones actuales de las gallinas convencionales, las aves pueden vivir por un largo periodo de tiempo sin, aparentemente, grandes adaptaciones fisiológicas. Según Dawkins (2003) no todos los comportamientos naturales necesariamente deben ser realizados en todos los casos. Las necesidades naturales muchas veces sólo tienen lugar cuando el animal está en su ambiente natural. Por ejemplo, ¿debe permitirse que las gallinas salgan para cazar (pequeños animales, insectos, etc.) si hay disponibilidad de comida a voluntad en las jaulas? No se puede negar que el proceso de domesticación y la mejora genética de las ponedoras pueden alterar estas necesidades, pues muchos comportamientos pueden ser eliminados a través del proceso de selección genética, como por ejemplo el de empollar los huevos en el caso de las gallinas reproductoras.
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Sistemas de alojamiento de ponedoras. A partir de 2012 estará prohibida la utilización de jaulas convencionales (1), pero se permitirá el uso de jaulas enriquecidas (2), aviarios (3) y los sistemas “free range” (4). |
Lo cierto es que los sistemas de producción alternativos (sin jaulas) propuestos por la normativa europea de bienestar animal permiten mayor movimiento de las gallinas, lo que resulta en menos problemas de osteoporosis, además de permitir la realización de un repertorio de comportamiento más completo, lo que es deseable desde el punto de bienestar animal. Sin embargo, la productividad del sistema podrá reducirse, aumentando los costes de producción y el precio que los consumidores pagan por los huevos. Probablemente, la calidad higiénica de los huevos sea inferior a la de las jaulas convencionales, lo que puede ocasionar problemas de seguridad alimentaria. Los sistemas alternativos a las jaulas presentan mayor mortalidad de aves, principalmente como consecuencias de parasitismos (coccidios y vermes) y otras patologías, como la micoplasmosis. El aumento del riesgo del canibalismo, que obliga a la realización del corte de pico, además de la posibilidad de acción de depredadores nocturnos, puntos negativos al bienestar de las aves en sistemas alternativos de producción.
Sistemas de producción
Tal y como se muestra en las imágenes, los sistemas de producción de huevos pueden ser clasificados en intensivos (1, 2 y 3) o extensivos (4).
Los aviarios sin jaulas (3) presentan múltiples niveles que permiten que las aves utilicen las tres dimensiones de un cobertizo en lugar de utilizar solamente un piso con cama.
En la mayoría de los sistemas de producción se incorporan comederos, bebederos, nidos, perchas y plataformas en diversos niveles, pero no todos presentan un área de cama. Esta tecnología ya había sido utilizada hace más de 15 años en Europa. Dentro de los sistemas sin jaulas éste es el que ofrece resultados más próximos a la cría en baterías, pues permite utilizar una densidad mayor de aves, aunque la variabilidad sea mayor. Según Elson (1999), la inversión por ave puede ser incluso inferior y los costes de producción no presentan tantas diferencias comparadas con las baterías. El bienestar de la mayoría de las gallinas en este sistema es considerado bueno, con bajos niveles de agresiones, buena condición física, mayor resistencia ósea a la rotura y mayor repertorio de comportamientos (Carmichael et al., 1999).
Es posible que ningún sistema de producción satisfaga todos los aspectos de bienestar de las ponedoras debido al nivel productivo que se les exige a estos animales. Por este motivo existen evidencias científicas de que el enriquecimiento ambiental (jaulas enriquecidas con perchas, nidos, baños de arena y limas de uñas) mejora el estado general de las aves, aumentando sensiblemente el bienestar en comparación con las jaulas convencionales.
Cuestiones económicas
La cuestión es bastante polémica y compleja, pero es cierto que producir con mejor bienestar animal cuesta más caro. Esto se debe principalmente a la reducción de la densidad de aves y a la peor conversión alimentaria en los sistemas sin jaulas como consecuencia de la mayor tasa de ejercicio que las aves realizan. En los sistemas sin jaulas la producción de huevos por ave alojada también es menor, lo que puede en parte explicarse por la cantidad de huevos puestos fuera de los nidos, que cuando no se recogen las aves los rompen fácilmente (tabla). Todos estos factores contribuyen a aumentar el periodo de amortización de los costes fijos de producción.
Conclusión
La sociedad está lanzando desafíos para el futuro, que incluyen producir mejor, contaminar menos y proporcionar bienestar a los animales. Por eso, es muy probable que la cadena productiva de huevos a largo plazo se tenga que encajar dentro de nuevos escenarios, con mejoras en las instalaciones, en las prácticas de manejo y en los controles de producción respetando los patrones de bienestar animal, cada vez más rigurosos.
Bibliografía
Dawkins, M.S. (2003) Behaviour as a tool in the assessment of animal welfare. Zoology 106 (4): 383-387
Elson, A. Efectos de la Directiva 1999/74/CE sobre jaulas de puesta: Producción, calidad, salud y costes de las jaulas enriquecidas. XXXVI Symp. Sec. Esp. WPSA, Valladolid, pp.23-29, 1999
Farm Animal Welfare Council (1993) Report on Priorities for Animal Welfare Resarch and Development. Farm Animal Welfare Council, Surbiton 26 pp
Mazzuco, H. Bem-estar animal na cadeia avícola de postura. Anais, II Fórum Internacional de Avicultura – 7 a 9 de Março de 2007 – AVEEXPO – Curitiba-PR, p.179-186, 2007
Traducido por Teresa García. Albéitar
albeitar@grupoasis.com