El ensayo ha demostrado que la técnica es una buena estrategia para la mejora de la salud de los peces, y la relevancia de la dieta en la regulación de la microbiota a largo plazo.
La urgencia y gravedad del caso hicieron que el trasplante fuera la única alternativa viable y su éxito comprobó el fruto de un trabajo de investigación que ya lleva doce años