Las leptospiras patógenas son bacterias espiroquetas zoonóticas. Tienen una distribución mundial y pueden infectar a una amplia variedad de especies. Las leptospiras se mantienen comúnmente en el tracto urinario de los mamíferos pequeños y se transmiten a través del contacto con la orina. Aunque la exposición a leptospiras es generalmente a través de pequeños mamíferos, los caballos afectados también pueden liberar bacterias en su orina y ser una fuente de infección. En los caballos el aborto es la manifestación económica más significativa.
La infección de yeguas gestantes con leptospiras patógenas puede dar lugar a abortos, muerte fetal, nacimiento de potros no viables y, rara vez, potros viables. Los potros vivos pero no viables suelen ser prematuros. Los potros que sobreviven a la infección intrauterina son generalmente débiles al nacer, pero pueden recuperarse a través de cuidados intensivos de apoyo.
A partir del 1 de julio de 2011 al 28 de mayo de 2014, se registraron 57 casos en la University of Kentucky Veterinary Diagnostic Laboratory; 50 abortos (88 %), cuatro potros vivos pero no viables (7 %) y tres potros viables (5 %). La temporada de partos se extiende del 1 julio al 30 de junio, es decir, la temporada de partos de 2013 terminó el 30 de junio de 2013.
El diagnóstico de la leptospirosis en el feto y la placenta no suele ser complicado, sin embargo, la identificación de las yeguas gestantes infectadas puede ser difícil. A diferencia de muchas otras causas bacterianas de aborto, las yeguas que abortan por leptospirosis rara vez muestran signos premonitorios. La vigilancia de las yeguas con pruebas serológicas se realiza a menudo en otoño. Sin embargo, el significado de los resultados positivos puede ser complicado debido a que muchas yeguas no infectadas son seropositivas para Leptospira spp. Una prueba de reacción en cadena de la polimerasa en orina puede identificar a los animales que diseminan las leptospiras, y estos animales se pueden manejar para reducir el riesgo de exposición de los otros caballos, humanos y animales.
La incidencia de leptospirosis reproductiva puede variar ampliamente de año en año. Existe evidencia anecdótica de que esta variación se asocia con el clima húmedo en el otoño. Sin embargo, es importante que la vigilancia no se relaje debido a los patrones de tiempo. La leptospirosis generalmente se produce de forma esporádica, aunque las granjas de vez en cuando pueden experimentar múltiples casos de leptospirosis reproductiva dentro de una temporada de cría.
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