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Los caballos que pasan la mayor parte de su tiempo en el interior están expuestos a altos niveles de partículas en aerosol, lo que los pone en riesgo de padecer problemas respiratorios en el futuro. El establo puede suponer un doble problema para los caballos que ya tienen problemas respiratorios.

"Los efectos de la enfermedad respiratoria crónica varían de un caballo a otro, pero pocos caballos pueden rendir al máximo cuando tienen problemas respiratorios", afirma Laura Petroski-Rose, veterinaria Kentucky Equine Research. "El polvo orgánico, como las bacterias y los hongos, a menudo provoca dificultad respiratoria en los caballos susceptibles, especialmente en aquellos que están en establos".
Debido a que las esporas y los fragmentos de hongos son diminutos, se alojan fácilmente en las vías respiratorias durante la inhalación. Para la mayoría de los caballos, los hongos no causan daño. Sin embargo, para los caballos con obstrucción recurrente de las vías aéreas (RAO: recurrent airway obstruction), los hongos pueden desencadenar una respuesta inflamatoria. Recientemente, los investigadores se propusieron determinar si los hongos tenían un efecto similar en los caballos con enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias (IAD: inflammatory airway disease), una afección respiratoria menos grave que la RAO.

Objetivos

El propósito de este estudio clínico prospectivo observacional fue:
• evaluar la prevalencia de aislados de hongos en las muestras respiratorias de caballos diagnosticados con IAD, así como en caballos sanos,

• describir los signos clínicos asociados con la presencia de hongos en muestras respiratorias de caballos diagnosticados con IAD, y

• evaluar los factores de riesgo asociados con la IAD y la presencia de hongos en las vías respiratorias.

Metodología

Para este estudio, los investigadores utilizaron una mezcla de caballos de deporte y de ocio, que fueron examinados por veterinarios para detectar enfermedades respiratorias, rendimiento subóptimo o para una revisión de rutina. Los 731 caballos se sometieron a un examen físico, endoscopia de las vías respiratorias, lavado traqueal y lavado broncoalveolar. También se recopilaron datos de manejo, incluido el tipo de forraje que comían y cómo se trató el forraje antes de la alimentación (humedecido o cocido, por ejemplo), así como el tipo de lecho utilizado.
Resultados
De los 731 caballos analizados, el 55 % dio positivo en el cultivo de hongos. Los caballos con hongos en su lavado traqueal tenían una probabilidad dos veces mayor de padecer IAD que los caballos a los que no se les había detectado hongos. Según los investigadores, "los riesgos de ser diagnosticados con IAD y la probabilidad de que existan hongos en el lavado traqueal eran mayores cuando los caballos tenían un lecho de paja o eran alimentados con heno seco".

Conclusión

En conclusión, la IAD es una enfermedad altamente prevalente en los caballos de deporte activo que se asocia típicamente con un bajo rendimiento más que con signos clínicos respiratorios específicos. Los hongos presentes en el medio donde viven los caballos pueden ser inhalados y alojarse en las vías respiratorias, por lo que representan un factor de riesgo importante para la IAD y contribuyen a la intolerancia al ejercicio. La identificación de estos elementos fúngicos se debe hacer sobre la base de la citología del lavado traqueal, ya que muchos de estos casos fueron negativos en el cultivo micológico. La calidad del ambiente y las prácticas de manejo son determinantes para reducir la exposición a contaminantes y maximizar la salud respiratoria equina. El papel de los hongos en la patogénesis de la IAD y el asma equina debe investigarse más a fondo.

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Dauvillier, J., F. ter Woort, and E. van Erck-Westergen. 2018. Fungi in respiratory samples of horses with inflammatory airway disease. Journal of Veterinary Internal Medicine.