El estrés desencadena respuestas conductuales y fisiológicas claras en los caballos; no solo conduce al desarrollo de comportamientos estereotipados y a niveles altos de cortisol sino que también altera el sistema gastrointestinal (GI) del caballo, especialmente la microflora que reside allí.
Como es imposible eliminar todo el estrés en la vida de los caballos, Kyla Szemplinski, de la Universidad Estatal de Tarleton, en Stephenville, Texas, trató de descubrir cómo los factores estresantes comunes, el transporte y el ejercicio, que teóricamente se pueden controlar, afectan al microbioma equino. Kyla compartió sus hallazgos en el Simposio de la Sociedad de Ciencias Equinas 2019 (Asheville, Carolina del Norte) según indica la web thehorse.com.
En su trabajo, Szemplinski estudió cuatro Quarter Horses adultos que consumían heno de pasto y un grano concentrado diseñado para caballos de todas las edades y niveles de actividad. Durante la fase de transporte, llevó a cada caballo en un remolque de aluminio de más de 4 m durante 15 minutos, tres horas y seis horas, dejando 7 días entre cada viaje. En la siguiente fase de ejercicio, soltó tres de los cuatro caballos para que realizaran ejercicio en intensidad baja, media y alta, dejando 7 días entre cada sesión de ejercicio.
Szemplinski recolectó muestras fecales de cada caballo dos horas después de la comida de la mañana y 48 horas después del transporte o ejercicio. Con esas muestras evaluó el ADN de la microflora de los caballos y descubrió que:
• El ejercicio no afectó a la diversidad de microflora.
• Las poblaciones de Bacteroidetes (bacterias que ayudan a descomponer la celulosa y las pectinas en las paredes celulares de las plantas) aumentaron después del transporte.
• La población de Firmicutes (que ayuda a producir aminoácidos) disminuyó después del transporte.
Los últimos dos cambios fueron más significativos cuando los caballos fueron remolcados durante al menos 6 horas.
“Se necesita más investigación con un tiempo de transporte más largo (más de seis horas) y un ejercicio más intenso para explorar más a fondo cómo estos dos factores estresantes comunes afectan a las poblaciones de microflora”, dijo Szemplinski.