Un año más, y ya van 22 ediciones, la Facultad de Veterinaria de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) fue la sede elegida para la celebración de las Jornadas de Porcino de la UAB y la AVPC (Associació de Veterinaris de Porcí de Catalunya).
Esta edición, a la que acudieron más de 250 veterinarios del sector porcino, empezó el miércoles 29 con la celebración de cuatro talleres conducidos por grandes expertos:
La jornada del jueves 30 estuvo centrada en cómo afrontar la problemática actual de las transiciones desde todos los puntos de vista posibles: costes, enfermedades respiratorias, microbiota intestinal y reducción en el uso de antibióticos.
Por la tarde, tuvo lugar la presentación de los casos clínicos, moderada por Josep Casanovas y Enric Mateu.
Joaquim Segalés, CReSA IRTA-UAB, presentó a los asistentes una recopilación de toda la información y todos los datos descubiertos acerca del circovirus porcino tipo 3 (PCV-3).
Este virus fue descubierto a través de estudios de metagenómica y, actualmente, tan solo se ha publicado un caso en el que se pudo aislar. Además, no existe una causalidad bien establecida.
Se ha descrito su presencia en todo el mundo y en un estudio retrospectivo realizado en España se han encontrado muestras positivas como mínimo desde 1996 en cerdo doméstico y desde 2004 en jabalí. En cuanto a los porcentajes de positividad, en jabalí son bastante superiores (alrededor del 40 %) en comparación con los detectados en cerdo doméstico (entre un 8 y un 10 %).
También se ha publicado que se trata de un virus presente en todos los tejidos orgánicos y que se replica de forma sistémica, como el PVC-2.
La presencia de PCV-3 se ha asociado con animales a los que se les diagnosticó miocarditis fetal, lechones nacidos débiles con encefalitis y miocarditis, síndrome de dermatitis y nefropatía porcina (SDNP) y periarteritis.
Por lo tanto, se podría decir que PCV-3 se asocia a enfermedad pero actualmente se desconoce la frecuencia.
Pau Aymerich, doctorando industrial del SNiBA-UAB y Vall Companys Grup, comenzó su presentación destacando el gran número de factores involucrados en la variabilidad de pesos en la fase de cebo como pueden ser el peso inicial, el sexo o la temperatura.
Dicha variabilidad supone un aumento en los costes debido a que se incrementan los días de engorde, se obtiene una mayor heterogeneidad en el peso a matadero, etc.
Aymerich presentó los resultados de dos pruebas realizadas para analizar el efecto del peso inicial y el efecto del sexo en la fase de finalización (de los 70 kg a sacrificio). En ambos casos, se tuvo en cuenta la lisina como aminoácido limitante.
En la segunda prueba los resultados mostraron una mejora de 300 g en el índice de conversión de los machos mientras que en las hembras se quedó en la mitad, lo cual se refleja en el coste ya que el óptimo económico de los machos es diferente al de las hembras.
Silvana Sosa, del departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB, recordó que la gripe porcina tiene potencial enzoótico y presenta 2 formas epidemiológicas:
Sosa repasó la evolución de los linajes en Europa antes del 2009. En 2009 tuvo lugar la pandemia por H1N1 y eso cambió los linajes de Europa a partir de ese momento ya que se produjeron reordenaciones (los genotipos sirven para clasificarlas).
Presentó un estudio que se realizó con el objetivo de determinar los genotipos en caso de brotes de enfermedad respiratoria. En las transiciones fue de donde recibieron más casos, porcentaje de positivos altos igual que en maternidad y engordes.
Francesc Accensi, CReSA, empezó su charla con un repaso de la sintomatología clínica y las lesiones que se observan en un caso de PPA en campo, gracias a los experimentos realizados en el CReSA.
Accensi presentó el círculo epidemiológico del virus en:
Se trata de un virus altamente resistente en el medio ambiente y especialmente a temperatura baja; en sangre puede aguantar hasta 18 meses y llega a años en canales congeladas.
En cambio, en un estudio realizado en granjas con ambiente contaminado, los cerdos tan solo se infectaron si se introducían dentro de las primeras 24 horas posvaciado. Se demostró que con el desinfectante apropiado, el virus se elimina.
Para controlar la PPA, lo más importante es la bioseguridad así como un diagnóstico rápido y el sacrificio inmediato de los animales infectados. Según Accensi, lo más importante son las compensaciones económicas ya que sin indemnizaciones por sacrificio no se logra eliminar el virus.
Después de un largo camino que empezó con vacunas inactivadas y pasó por vacunas con ADN, atenuadas y de subunidades, el equipo del CReSA se encuentra en fase de pruebas con una vacuna recombinante. Los primeros resultados a nivel experimental demuestran que los animales no presentaron fiebre ni viremia y no hubo bajas, pero sí que se infectaron.
Entonces se probó si ese prototipo vacunal protegía contra las cepas que circulan actualmente en Europa y en Asia. En el desafío con la cepa Georgia, los animales vacunados mostraron un 100 % de supervivencia, en la mayoría de los cerdos no se presentó ni un síntoma y todos dejaron de presentar viremia al final (algunos no mostraron en ningún momento).
El IRTA ha firmado un acuerdo de colaboración con el USDA para mejorar este prototipo vacunal ya que presenta ciertos incovenientes como los que aparecen con la deleción de un segundo gen, un paso muy complejo que afecta a la replicación.
Antonio Ubiergo, asesor porcino, comenzó la última charla de las Jornadas dejando claro que la mortalidad de cerdas es un problema generalizado.
La normativa de bienestar animal, las de emisiones y deyecciones, las normas en cuanto al uso de medicamentos, la legislación laboral y el sistema de integración afectan a la mortalidad de cerdas y marcan nuevos desafíos para la producción porcina.
El porcentaje de mortalidad promedio de España ha aumentado del 9,1 % en 2010 hasta el 10,4 en 2018.
Actualmente los porcentajes que consideramos “normales”, hace unos años los considerábamos muy elevados. Pero, tal y como afirmó Ubiergo, el hecho de que un dato empeore de forma generalizada no debe hacer que nos conformemos, hay que trabajar en ello como un nuevo reto que se nos plantea para la mejora.
Por otro lado, las causas típicas de mortalidad de cerdas han dejado de ser identificables en los registros de la gran mayoría de granjas.
Causas actuales: sacrificada (no se aceptaría en matadero: bienestar o periodo de retirada, cojas, prolapsos, tratadas y no curadas), enfermas (no comen, pálidas.), muerte súbita, problemas de parto, úlcera de estómago (poco frecuentes), Clostridium (relativamente poco frecuente), neumonía (a veces: PRRS, gripe, neumonías crónicas.) y otros.
Una de las causas más frecuentes de mortalidad es la mala adaptación y selección de animales en la fase de recría. Recuerda la importancia de los minerales, sobre todo para evitar problemas de cojeras.