Una vacuna candidata contra el virus de la peste porcina africana (PPA) se ha adaptado para crecer en cultivos celulares, lo que significa que quienes trabajen en la producción de vacunas ya no tendrán que depender de cerdos vivos y sus células para la producción de vacunas.
Así lo dijo un comunicado del Servicio de Investigación Agrícola (ARS), una sección del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que recoge Pig Progress. En el comunicado el Dr. Manuel Borca, científico senior del ARS, afirmaba que “esto abre la puerta a la producción de vacunas a gran escala, que es una herramienta valiosa para la posible erradicación del virus".
La vacuna candidata ha estado en desarrollo durante años en el Centro de Enfermedades Animales de Plum Island, parte del ARS. La vacuna gira en torno a la deleción del gen I177L de una cepa del virus de la PPA altamente virulenta de Georgia (ASFv-G). Por lo tanto, el nombre oficial de la vacuna candidata es "ASFV-G-ΔI177L". Recientemente se conoció la noticia de que la vacuna también funciona cuando se administra por vía oral a los cerdos, lo que significa que existe la posibilidad de usarla como cebo para las poblaciones de jabalíes.
Este último avance, destacado en la revista científica Journal of Virology, supera uno de los principales desafíos para la fabricación de una vacuna contra el virus de la PPA . La vacuna recientemente desarrollada en células cultivadas tiene las mismas características que la vacuna original producida con células porcinas frescas.
“Tradicionalmente usábamos células porcinas recién aisladas para producir candidatos a vacunas y esto constituye una limitación significativa para la producción a gran escala”, explicó el científico senior del ARS, Dr. Douglas Gladue, en el comunicado de prensa. “Pero ahora podemos conservar las características de la vacuna y al mismo tiempo replicar la vacuna en cultivos de células cultivadas en laboratorio. Ya no tenemos que depender de la recolección de células frescas de cerdos vivos".
La vacuna candidata de células cultivadas se probó en una raza comercial de cerdos y se determinó que era segura, protegiendo a los cerdos contra el virus. El equipo de investigación no observó ningún efecto negativo.