El proyecto de Real Decreto (RD) sobre normas de sanidad y protección animal durante el transporte ha incorporado algunas modificaciones, como las propuestas por el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV), fundamentalmente referidas mejorar las condiciones de bienestar en las instalaciones donde alojar al ganado.
El ministerio ha atendido a dos cambios en el articulado del proyecto claves para mejorar las condiciones del traslado de las reses. Por un lado, se ha logrado que entre la información requerida por los servicios veterinarios de salida de un buque de transporte de ganado, se incluya, además de la cantidad de pienso y agua, la cantidad y el material con el que se hará la cama que va a ser cargada.
Por otro, se ha atendido la petición de incorporar en la declaración responsable en la exportación de animales vivos en esos mismos buques (del Anexo IV) la frase “previa consulta de disponibilidad y reserva”. Con tal requisito se busca solucionar o aliviar el problema que suele presentarse cuando los camiones que no pueden embarcar en el PIF vuelven sin previo aviso al mismo, pudiéndose dar el caso de que estén todos los corrales ocupados y no puedan descargar los animales.
El consejo valenciano ha presentado alegaciones también al texto que se publicó para la segunda fase de consulta, que se cerró recientemente. Como en la anterior ocasión, el CVCV pone en valor la figura del veterinario a la hora de impartir los cursos de formación necesarios para que el personal que interviene en el transporte logre el ‘certificado de competencia’ que exige este proyecto de RD.
“Los veterinarios son expertos y están capacitados para la evaluación del bienestar animal. El bienestar de un animal está además vinculado de manera inherente a su estado de salud, y por ello la profesión veterinaria, es la única que puede abordar totalmente esta materia y con la competencia necesaria” para impartir tales cursos, señalan literalmente en el comentario justificativo en las alegaciones presentadas.
El CVCV, como viene siendo política general en las alegaciones a normativas de esta naturaleza, defiende que esta formación a tales operarios (transportistas, tripulación de buques, trabajadores de centros de concentración que participen en la captura y carga de animales, personal de puertos y aeropuertos que manejen animales vivos…) “debe plantearse también desde un enfoque One Health, teniendo en cuenta las interacciones entre salud animal, bienestar de los animales y salud humana”.
Por otro lado, “para atender a los cambios normativos, avances técnicos y científicos” se reclama que la renovación de estos certificados deberá realizarse, al menos, cada 5 años.
Junto a ello y como también se incluyó en las alegaciones previas, se pide que los veterinarios que trabajen en puertos y aeropuerto que no sean asalariados y cuyo servicio se decida externalizar a una clínica u hospital establezcan tal relación a través de un contrato, no un “acuerdo”, como reza el proyecto.