El próximo 26 de junio se hace efectiva la prohibición de medicamentos veterinarios cuyo principio activo es el óxido de zinc. Tal y como explica Gonzalo González Mateos, catedrático de Producción Animal de la Universidad Politécnica de Madrid, el óxido de zinc es "un arma más" para los veterinarios, pero admite también que no ve necesidad de que se siga utilizando por más tiempo "en función de lo que le interesa a toda la población".
González Mateos hace hincapié en que afrontar la prohibición del óxido de zinc en la producción porcina no es una tarea de los nutricionistas, o por lo menos no solamente de ellos. "Ahí tienen que estar los veterinarios, o los jefes de explotación, para ver cómo enfrentarse a este problema".
González Mateos advierte de que muchas explotaciones "ya llegan tarde" para afrontar la prohibición del óxido de zinc. Del mismo modo, apunta que no existe un producto que pueda considerarse "un sustitutivo" al que ahora se prohibe.
Mejorar el manejo de los lechones es para el catedrático de Producción Animal "la solución clara" a la situación que se plantea a partir del 26 de junio, y para ello Gonzalo González Mateos subraya el papel del veterinario.