La cadena ganadero-cárnica aporta en España cerca de 48.000 millones de euros al PIB nacional y genera 672.000 empleos directos. Además, su actividad moviliza dos millones de empleos asociados que se encuadran en una variada selección de actividades como la producción agrícola destinada a la alimentación del ganado y a los profesionales de los sectores veterinarios, de piensos, sanidad animal, logística y transporte e industrias auxiliares.
Estos datos se recordaron a raíz de la primera reunión de alcaldes y concejales de los municipios adheridos a la Red Municipal Ganadero-Cárnica, celebrada en Madrid con la presencia de veintena de responsables de ayuntamientos como Alcarràs (Lleida), Alerre y Binéfar (Huesca), Cabezuela y Cantimpalos (Segovia), El Viso (Córdoba), Lleida, Tarancón (Cuenca) o Totana (Murcia).
La Red Municipal Ganadero-Cárnica surge con el impulso de las seis organizaciones interprofesionales, Asici, Avianza, Intercun, Interovic, Interporc y Provacuno, en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Su propósito es reconocer el importante apoyo de los municipios en el desarrollo de la actividad de la cadena, y convertirse en una plataforma de diálogo y un espacio de colaboración entre municipios y el sector, para afrontar retos comunes.
La red cuenta a día de hoy con veinticinco municipios de toda España (Galicia, Cantabria, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Murcia, Extremadura, Castilla y León), y con otra veintena en proceso de adhesión, buscando sinergias para fomentar las condiciones que han permitido que la cadena de valor ganadero-cárnica sea desde hace tiempo uno de los motores económicos y sociales más importantes del país y actúe como uno de los mayores agentes vertebradores de la España rural, especialmente en aquellos municipios de menor tamaño, contribuyendo así a combatir la creciente despoblación en los mismos.
La reunión celebrada en Madrid se ha servido para presentar las líneas de trabajo para 2023 y la Declaración Constitutiva de la Red, que recoge en diez puntos sus objetivos fundacionales para desarrollar esta iniciativa como el mejor instrumento para defender y promover los intereses compartidos entre la cadena ganadero-cárnica y las entidades locales en la que se asientan sus actividades.
Intervinieron en nombre de las seis interprofesionales Raúl Muñiz, presidente de Interovic, y Mª Luz de Santos, directora de Intercun, y en el encuentro de diálogo han participado también el secretario general para el Reto Demográfico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Francesc Xavier Boya, que ha puesto en valor el papel de la industria en los municipios rurales como “estratégica para vertebrar el medio rural y gran aliada para el proceso de despoblación en territorios de nuestro país”; y el secretario general de la FEMP, Carlos Daniel Casares, que ha trasladado el compromiso de la organización sustentado en el acuerdo de colaboración firmado en junio de 2021, resaltando el interés de las iniciativas impulsadas por la red como “elemento vital para hacer frente a la tendencia creciente de despoblación en España”.
La actividad ganadera se desarrolla en más de 350.000 granjas de toda la geografía nacional que hacen una aportación de 16.500 millones de euros a la Producción Final Agraria, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Además, la industria cárnica española puso en los mercados en 2021 un total de 7,7 millones de toneladas de carnes y 1,5 millones de toneladas de elaborados por valor de 31.727 millones de euros.
Con esta producción se ha asegurado la soberanía alimentaria de España en lo que respecta a las carnes y además ha permitido que 3,46 millones de toneladas de carnes y productos elaborados variados se hayan dedicado a la exportación a mercados de todo el mundo. Estas transacciones han alcanzado un valor de 9.107 millones de euros, con un crecimiento del 5 % en facturación exterior y en volumen con respecto a las cifras del año anterior. Estas cifras tienen una especial relevancia estratégica en un momento donde el comercio internacional está sufriendo un fuerte retroceso y donde la cadena ganadero-cárnica se ha erigido como una garantía para mantener el balance positivo de la balanza de pagos.