El Observatorio Europeo de Vida Silvestre (EOW), creado en 2021 como parte del proyecto ENETWILD, ha publicado su más reciente informe sobre la densidad y distribución de mamíferos en Europa. Este proyecto tiene como objetivo establecer un sistema de vigilancia homogéneo de fauna salvaje en el continente, con la finalidad de recopilar datos que ayuden a la gestión de poblaciones y a la evaluación de riesgos sanitarios.
El informe, que puede consultarse aquí, se centra en la situación de tres especies en particular: el jabalí (Sus scrofa), el zorro (Vulpes vulpes) y el corzo (Capreolus capreolus), cuyo monitoreo es esencial debido a su rol en la propagación de enfermedades infecciosas como la peste porcina africana (PPA) y la gripe aviar.
Para llevar a cabo este análisis, el EOW utiliza un protocolo estandarizado basado en cámaras trampa y el modelo de encuentros aleatorios (REM). Este método permite calcular la densidad poblacional de los animales sin necesidad de identificarlos individualmente, lo cual facilita su aplicación en zonas amplias y diversas. En 2023, el EOW desplegó 1.722 cámaras trampa en 44 sitios distribuidos en 22 países, lo que produjo un total de 79.092 días de captura. Estos datos han sido analizados en la plataforma Agouti, una herramienta que permite procesar y clasificar las imágenes de forma automática, agilizando el trabajo de identificación de especies y facilitando la estimación de densidades poblacionales.
El jabalí fue la especie más registrada en los estudios de 2023, detectado en 40 de los 44 sitios de monitorización. Este resultado subraya la importancia de vigilar su densidad, ya que es un reservorio importante para la transmisión de la PPA. El informe muestra que la densidad de jabalíes varía significativamente entre regiones: en la mayoría de los sitios, se detectaron menos de 10 individuos por km², aunque en algunas zonas del oeste y sur de Europa la densidad alcanzó hasta 40 individuos por km². Estas áreas de alta densidad representan un riesgo mayor de propagación de PPA, especialmente en sitios cercanos a la línea de infección. De los 40 sitios donde se detectó la presencia de jabalíes, 7 se encuentran en áreas con casos activos de PPA y 28 están situados a menos de 100 km del frente de infección.
El informe también revela que en algunas de las áreas monitoreadas se practican actividades que pueden influir en el comportamiento y densidad de los jabalíes, como la alimentación suplementaria, reportada en 8 sitios. Este tipo de alimentación, junto con la caza y otras intervenciones, puede modificar las concentraciones de jabalíes y afectar las dinámicas de transmisión de enfermedades. Además, en tres de los sitios estudiados, se cuenta con cercas de contención que limitan el movimiento de los jabalíes, una medida que puede ayudar a reducir la dispersión de la PPA.
Para el EOW, estos datos no solo son útiles para controlar la PPA, sino que también aportan información crítica para la planificación de políticas de manejo de fauna salvaje en Europa. El informe destaca el éxito del protocolo REM y la eficacia de las cámaras trampa para generar datos comparables entre diferentes países. En la campaña de 2024, el EOW ha ampliado su red, sumando 23 nuevos sitios para un total de 64 áreas de monitoreo en 27 países, dando prioridad a los sitios con riesgo de PPA y aquellos cercanos a granjas porcinas o humedales, donde también existe la amenaza de gripe aviar.
Este esfuerzo coordinado para obtener datos precisos y homogéneos permitirá desarrollar modelos de distribución de la fauna y mejorar la capacidad de respuesta frente a brotes de enfermedades zoonóticas. El Observatorio Europeo de Vida Silvestre reafirma así su papel como una herramienta fundamental para la gestión sanitaria y ambiental en el continente, proporcionando a los países miembros datos que faciliten la toma de decisiones informadas y la implementación de medidas efectivas en el control de la fauna y las enfermedades asociadas.