Una vez expirada la vigencia de las actuales disposiciones ministeriales, las Direcciones Generales de Sanidad Animal (DGSA) y Seguridad Alimentaria (DGISAN) de Italia han emitido una nueva circular actualizando y remodelando las medidas de control de la peste porcina africana (PPA) en las explotaciones porcinas italianas, especialmente en las regiones del norte del país (Piamonte, Lombardía y Emilia Romaña), donde el virus ha mostrado una evolución preocupante.
Las acciones indicadas buscan limitar la propagación de la PPA, proteger la salud de la población porcina y cumplir con las normativas de la UE, manteniendo un enfoque preventivo y riguroso. La colaboración entre veterinarios, productores y autoridades es clave para contener este problema sanitario.
Para los protocolos de gestión de manipulación y las medidas de control, la circular se refiere a lo dispuesto en la normativa europea vigente y en la Ordenanza del Comisario Extraordinario de la PSA n. 5/2024. La nota añade disposiciones que amplían la vigencia de medidas anteriores sobre vigilancia continua, notificaciones de brotes sospechosos y confirmados, investigación epidemiológica y flujo de muestras. Finalmente, se informa una serie de recomendaciones generales que tienen vigencia en todo el territorio nacional y en las zonas de restricción.
En las zonas de restricción, las granjas de engorde deben realizar semanalmente muestreos en los dos primeros cerdos muertos mayores de 60 días o cualquier cerdo muerto posdestete. Las granjas de reproducción, además, deben analizar los verracos y las cerdas fallecidos. En todo el territorio, se implementan controles adicionales en los mataderos cuando se detecten tasas de mortalidad anómalas durante el transporte o la espera previa al sacrificio.
Se exige la notificación inmediata de casos sospechosos y confirmados en el sistema nacional, cumpliendo con las normativas europeas. Además, se prioriza la realización de investigaciones epidemiológicas completas, incluidas la recopilación de datos sobre focos, los contactos a riesgo y las medidas de bioseguridad.
Se establecen estrictas condiciones para el ingreso de personas y vehículos en las granjas, incluyendo el uso obligatorio de equipos de protección personal y la desinfección de vehículos tras cada uso. Las restricciones también abarcan el transporte de animales, productos y materiales, con registros detallados de visitas a granjas para facilitar el rastreo.
Se imponen restricciones adicionales, como la separación funcional entre granjas de reproducción y de engorde, la exclusividad de vehículos para zonas restringidas, y la limitación de movimientos de veterinarios y técnicos fuera de estas áreas.
"Sigue siendo necesario un enfoque basado en la máxima precaución en el uso del régimen de excepción para los movimientos, así como un alto nivel de atención en la verificación de las condiciones previstas para la concesión de excepciones a las prohibiciones de circulación”, han declarado los máximos responsables de la sanidad animal de Italia.