Luis Alberto Calvo Sáez
Presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España
La aprobación, el pasado mes de mayo, del real decreto que regula el desarrollo de la figura del veterinario de explotación debe entenderse como una oportunidad para nuestra profesión. Así lo consideramos desde la Organización Colegial Veterinaria (OCV), que en la última reunión de su junta interterritorial señaló que va a permitir seguir prestando unos servicios esenciales al ganadero, desde la perspectiva sanitaria y de bienestar animal, que son la base de la seguridad alimentaria y de la salud pública.
Las notables mejoras conseguidas en la cabaña pecuaria española durante los últimos años, de las que el sector porcino es ejemplo muy ilustrativo, se asientan, sin duda, en el trabajo serio y coordinado de ganaderos y veterinarios para incrementar el rendimiento de las granjas. Porque una ganadería sana y cuidada produce más.
Hemos colaborado activamente en selección genética, técnicas de reproducción, manejo, alimentación, alojamiento, etc. Hemos logrado un estatus sanitario y de bienestar animal que cumple los parámetros exigidos, y lo vamos a seguir haciendo a pie de campo con los profesionales del sector, para que nuestra ganadería, la que mantiene de verdad la población en el medio rural, siga teniendo un protagonismo destacado dentro del sector primario.
Soy consciente de que los ganaderos viven un momento extremadamente complicado por diversos motivos: elevados costes de producción, aparición de enfermedades, incidencia de la sequía, etc. Aun así, la figura del veterinario de explotación no debe verse como un gasto más o una carga. Antes al contrario, supone una garantía de mejora del funcionamiento y del rendimiento de las granjas, a partir de planes específicos sanitarios y de bienestar animal para seguir avanzando en esa línea, porque no olvidemos que salud humana, salud animal y medioambiente forman un todo conjunto.
Incrementar la bioseguridad de las explotaciones, asegurar su correcto estado higiénico, continuar con la reducción del uso de los antibióticos, así como reforzar la vigilancia ante zoonosis y otras enfermedades son algunas de las labores asignadas al veterinario, que desde su formación técnica y su marcado sentido de la prevención ofrecerá un apoyo inestimable al ganadero del siglo XXI.
Este artículo aparece en el número 203 (diciembre de 2023) de Suis. Suscríbete aquí para tener acceso completo a este y otros contenidos de la revista.