Marta Martín Juárez1 y Ramiro Casimiro Elena2
1Jefe del Área de Farmacovigilancia Veterinaria, Defectos de Calidad y Comercio Exterior de Medicamentos Veterinarios
2Jefe adjunto del Departamento de Medicamentos Veterinarios
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)
Probablemente, muchos veterinarios clínicos no están familiarizados con el término farmacovigilancia. Sin embargo, este lleva utilizándose desde hace ya muchos años, tanto en la Unión Europea (UE), como en España.
Todos los medicamentos, ya sean de medicina humana o de veterinaria, ayudan a mejorar nuestro estado de salud y el de los animales, y a prevenir ciertas enfermedades propias o zoonóticas, contra las que es muy importante luchar en el entorno “One Health”. A medida que la ciencia ha ido progresando, los recursos tecnológicos y el desarrollo científico han permitido que los medicamentos sean cada vez de mayor calidad y, por tanto, más seguros y eficaces. La farmacovigilancia (FV) nos ayuda a que el balance beneficio/riesgo que se ha demostrado en el momento de la autorización de comercialización de un fármaco siga siendo positivo, a pesar de los riesgos inherentes que entraña la administración de cualquier medicamento. En el momento en que dicho balance se vuelve negativo, se toman las medidas correctoras oportunas para gestionar y minimizar los riesgos, entre las que está, como ejemplo, la suspensión de la autorización de comercialización o la retirada de lotes del mercado. Siempre que la AEMPS decreta una medida reguladora, como puede ser la retirada de lotes del mercado o una suspensión temporal de la autorización de comercialización, se lanza una alerta tanto a nivel internacional (para informar al resto de Estados miembros de la UE, Comisión Europea, Agencia Europea de Medicamentos, etc.) como a nivel nacional (MAPA, CCAA, Consejo General de Colegios Veterinarios, Consejo General de Colegios Farmacéuticos, mayoristas, minoristas, etc.) para que estén informados y se adopten las medidas oportunas.
En los estudios clínicos realizados en la etapa de preautorización de los medicamentos, se realizan pruebas con un número de animales necesariamente limitado (por razones éticas y económicas) y solo se prueba ese medicamento en la especie/s animales para las que se quiere autorizar. Cuando el medicamento se autoriza, comienza a aplicarse a un mayor número de animales, esto es, población diana del medicamento, en diversos países, en diferentes razas, en distintos estadios fisiológicos y edades, con condiciones de alimentación y manejo muy variables y, con frecuencia, administrado conjuntamente con otros medicamentos, e incluso, en función de la prescripción excepcional, en especies animales para las que el medicamento no está autorizado.
Este uso posautorización de los medicamentos nos permite ver los acontecimientos adversos (AA) que pueden ocurrir en los animales cuando los medicamentos se aplican en condiciones más amplias que en los estudios preautorización. Es aquí donde comienza nuestra labor de vigilancia, pues pueden aparecer nuevos problemas de eficacia o de seguridad, o problemas conocidos en el momento del registro del medicamento, pero que se presentan con más frecuencia o gravedad que los conocidos hasta la fecha.
Por tanto, la FV se ocupa de la evaluación de la seguridad y la eficacia de los medicamentos veterinarios, una vez que el medicamento se comercializa tras la correspondiente autorización, en las condiciones reales de uso.
La misión de la FV es asegurar:
Los veterinarios clínicos, tanto de animales de compañía como los de animales de producción y exóticos, están en una posición idónea para detectar los posibles AA cuando ocurren. Su comunicación de AA contribuye directamente a conocer en mayor profundidad la seguridad y eficacia de estos medicamentos y, en su caso, poder tomar medidas correctoras lo más precozmente posible.
Estas observaciones son la base sobre la que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) puede aportar información adecuada y actualizada durante todo el ciclo de vida de estos productos, tras la evaluación de los datos recibidos.
Es muy importante que todas las sospechas de AA se comuniquen a la autoridad competente (la AEMPS), independientemente de su gravedad, de si están o no descritas en el resumen de características del medicamento o prospecto, etc., no solo porque esté así legalmente establecido en el Real Decreto 1157/2021, sino porque es la única forma de tener conocimiento de lo que está ocurriendo realmente en la clínica diaria y, a partir de ahí poder hacer una evaluación completa y continua de los beneficios y riesgos de cada medicamento en condiciones reales de uso.
Desde la entrada en vigor de la nueva reglamentación en materia de medicamentos veterinarios (Reglamento UE 2019/6 y Real Decreto 1157/2021), los veterinarios tienen la obligación de “notificar cualquier sospecha de AA de la que tengan conocimiento y enviarla lo más rápidamente posible, en un plazo máximo de 15 días, a la AEMPS o al titular de autorización del producto”.
Hablamos de AA cuando nos referimos a:
Ejemplos prácticos de AA los tenemos en:
Es importante destacar que en este último caso, es decir, cuando se administra un medicamento fuera de las condiciones establecidas en la Ficha Técnica, no se juzga por parte de la AEMPS cómo se ha utilizado dicho medicamento en la clínica, únicamente interesa conocer los AA tras ese uso, con el fin de poder advertir de ello en un futuro, y en el caso de ser necesario, para que otros veterinarios puedan conocerlo en caso de decidir utilizarlo de la misma forma por necesidad, por bibliografía, por conocimiento propio o por cualquier otra razón.
Además de lo indicado, si el AA es grave, especialmente si hay muerte del animal o una persona se ve afectada, el caso debe comunicarse inmediatamente.
En la AEMPS, hay dos formas esenciales para realizar la notificación de estos AA:
A través del formulario europeo de uso exclusivo por veterinarios, conocido en España como Tarjeta Verde, que se puede encontrar en la página web de la AEMPS. Esta tarjeta puede descargarse y rellenarse online o a mano, y se manda al correo del Área de Farmacovigilancia Veterinaria (fv_vet@aemps.es).
A través de NotificaVet, formulario electrónico disponible igualmente en la página web de la AEMPS, que redirige los casos directamente a la base de datos del Área de Farmacovigilancia Veterinaria de la AEMPS. Este método es cómodo e intuitivo, de manera que van rellenándose los campos (con o sin desplegables) y finalmente se envía, obteniéndose un código para que el notificador veterinario pueda buscar de nuevo el caso, con objeto de incluir nuevos datos (informes, radiografías, diagnósticos, fallos detectados).
En ambos casos, queremos resaltar la importancia de cumplimentar el formulario lo más completo posible, pues todos los campos son de interés para una correcta evaluación del caso, comenzando por los datos obligatorios: notificador, animal/persona que sufre el AA, medicamento/s administrado/s, síntomas observados y fechas de aparición, así como aportar (si se dispone de ellos) los análisis laboratoriales, informes post mortem, fotografías y otros datos relevantes que pudieran estar a disposición de la persona que notifique el AA.
La AEMPS procederá a validar y evaluar todas y cada una de las notificaciones enviadas por los veterinarios, y solicitará información adicional (si fuese necesario) poniéndose en contacto con los notificadores. Por ello, es importante indicar los datos de contacto (teléfono/email), que en ningún caso se difundirán, existiendo una perfecta anonimización tanto de los datos del notificador primario, como de los del paciente y del dueño de los animales.
Además de estos dos sistemas, existen otras dos vías de notificación en España:
Todos los casos recibidos en la AEMPS o recibidos por los titulares de autorización, una vez validados y evaluados, se envían a la base de datos de FV de la UE (EVVET o Union Pharmacovigilance Data Base), que recopila todos los casos recibidos a nivel mundial, enviados exactamente de la misma manera que en España, esto es, por los veterinarios de todos los países en donde se comercializan/aplican los medicamentos.
El objetivo de todo esto es realizar un análisis conjunto de todos los casos recibidos de cada medicamento a través de un proceso de Detección de Señales a nivel mundial (Reglamento 2019/6) que determine si el balance beneficio/riesgo del medicamento sigue siendo positivo o, si por el contrario, es negativo y corresponde tomar alguna medida, entre las que están:
Un buen sistema de FV ayuda a la detección de nuevos AA y a comprender mejor los ya conocidos o a ajustar las frecuencias de su presentación. La comunicación de los AA ayuda a controlar de manera continuada los beneficios y los riesgos de los medicamentos veterinarios una vez que se comercializan, contribuyendo a su uso seguro. Por ello, participar en el sistema de FV contribuye a un mejor conocimiento de los medicamentos veterinarios, con beneficios para los animales, las personas, el medioambiente y los profesionales de la sanidad veterinaria.
En España, se recibieron en 2023 aproximadamente un total de 4.400 notificaciones de AA. Los datos del 2023 muestran una mayoría de AA notificados en animales de compañía (fundamentalmente perros), lo cual es una buena noticia, ya que observamos que los veterinarios clínicos de animales de compañía tienen un buen nivel de notificación de casos.
En el caso de animales productores de alimentos, somos conscientes de las dificultades añadidas en el marco del trabajo rural, y que no es igual de fácil disponer de los medios y del tiempo para realizarlo, pero las obligaciones legales y el interés por conocer la eficacia y seguridad de los medicamentos es la misma que para las demás especies.
No obstante, intentamos mejorar estas cifras año a año, pues sabemos que sigue habiendo AA que no se notifican y es información que pierde el sistema. En este sentido, llevamos muchos años haciendo campañas de promoción de la notificación de las AA, por ejemplo, a través de charlas desde las Facultades, en las CCAA, en congresos de profesionales veterinarios y publicación de artículos en revistas especializadas, para que los veterinarios sean conscientes de la importancia de notificar y de sus obligaciones al respecto.
En cuanto a los medicamentos con mayor número de notificaciones el pasado año, observamos que las vacunas encabezan la primera posición en España, seguidos de los ectoparasiticidas (collares, spot-on, tabletas, etc.). Son los medicamentos con mayor número de AA y posiblemente las más graves. De cualquier manera, se intenta concienciar de la importancia de notificar cualquier tipo de AA, independientemente de la gravedad del caso.
La notificación requiere un cierto esfuerzo por parte de todos los agentes implicados, pero merece la pena, puesto que el mayor conocimiento de nuestros medicamentos siempre redundará en un mejor uso de ellos, en información más completa del producto al alcance de todos y, por tanto, en medicamentos más seguros y eficaces en el mercado para los animales, las personas y el medioambiente.
Hay que recordar también que la AEMPS recibe muchas consultas sobre temas relativos a los AA y que contesta a cualquier tipo de duda tanto de veterinarios, como de titulares de las autorizaciones y público en general. Desde la Agencia nos animan a escribirles para recibir cualquier tipo de consejo respecto a la notificación de una AA ocurrido en nuestro ámbito. La dirección de su buzón es: fv_vet@aemps.es.
Este artículo aparece en el número 208 (junio de 2024) de Suis. Suscríbete aquí para tener acceso completo a este y otros contenidos de la revista.