Prof. J.M. Sánchez-Vizcaíno
Centro Visavet y Dpto. de Sanidad Animal
Universidad Complutense de Madrid
jmvizcaino@visavet.ucm.es
Imágenes cedidas por el autor
La peste porcina africana (PPA) es una enfermedad producida por un virus ADN muy complejo clasificado en la familia Asfarviridae (imagen) que afecta a la especie porcina (doméstica y salvaje) de todas las edades. La PPA puede presentarse clínicamente de diferentes formas. Las formas agudas y subagudas pueden asemejarse a otras enfermedades hemorrágicas porcinas, especialmente a la peste porcina clásica y erisipela. Por ello, el diagnóstico de laboratorio es esencial para establecer un control definitivo.
El cerdo es la única especie doméstica que se infecta naturalmente por el virus de la PPA (vPPA). Los jabalís europeos son también susceptibles a la infección y presentan síntomas clínicos y mortalidad similar a la observada en cerdos domésticos. Por el contrario, los suidos africanos presentan usualmente infecciones de tipo subclínico e inaparente, actuando como reservorios de la enfermedad. En países donde la PPA es endémica, la incidencia de virus menos virulentos origina el incremento de formas subagudas y subclínicas, de mortalidad más moderada. Estas últimas adquieren una gran importancia epidemiológica ya que dan origen a animales portadores inaparentes del virus, que mantienen la enfermedad entre la población porcina. Esta situación es la que puede actualmente estar ocurriendo en los países del Cáucaso y en la Federación Rusa, con el consiguiente riesgo creciente para los países vecinos de la Unión Europea (UE).
A tener en cuenta |
La peste porcina africana (PPA) es una de las enfermedades más complejas de cuantas afectan a los animales domésticos. Está producida por un virus ADN clasificado en la familia Asfarviridae. La especie porcina (doméstica y salvaje) es la única afectada. En cerdos domésticos y jabalís europeos las manifestaciones clínicas de la enfermedad son variables. La forma aguda, la más probable ante una nueva infección, se caracteriza por mortalidad elevada, con alteraciones de carácter congestivo-hemorrágico en piel y órganos internos y trastornos funcionales digestivos y respiratorios. Las garrapatas blandas del género Ornithodoros actúan como vectores biológicos y reservorio del virus. Los más estudiados son el Ornithodoros moubata en África y el Ornithodoros erraticus (imagen) en la península Ibérica, aunque todos los ornitodoros estudiados hasta la fecha son susceptibles de ser infectados por el vPPA. Ornithodoros erraticus |
Ciclo africano y europeo
Actualmente la PPA está presente en un gran número de países del África sub-sahariana, en la mayoría de los cuales la enfermedad es endémica. Desde 1997 la enfermedad ha adquirido una gran importancia por el incremento de los brotes en la región. Algunos de ellos en países anteriormente libres como Madagascar (1998), islas Mauricio (2007) y países del oeste africano como Benin (2001), Togo (1998), Nigeria (1998) o Ghana (1999). Más recientemente, en 2007, el vPPA se introdujo en varios países del Cáucaso y en la Federación Rusa.
Existen importantes diferencias epidemiológicas entre África y Europa. En África, sobre todo en el centro, sur y costa este, el vPPA se mantiene gracias a un ciclo de infección entre jabalís salvajes africanos (Phacochoerus) y vectores biológicos (Ornithodorus moubata), presente en numerosas regiones del África subsahariana, lo que dificulta su erradicación. Sólo cuando están presentes cerdos domésticos se observan signos clínicos y mortalidad. Por el contrario, los jabalíes europeos son susceptibles a la infección por vPPA, mostrando síntomas clínicos y mortalidad similar a la observada en los cerdos domésticos. La dinámica epidemiológica de jabalís y cerdos domésticos también es muy similar. La ruta de infección más común es el contacto directo entre animales enfermos y sanos o alimentarse con restos de animales enfermos. La transmisión indirecta por vectores biológicos como O. erraticus fue de gran importancia en las explotaciones de extensivo durante la infección del vPPA en la península Ibérica.
Epidemiología
Fue descrita por primera vez por Montgomery, en Kenia, en 1921, cuando el virus se propagó desde los suidos salvajes africanos (Phacochoerus aethiopicus) a cerdos domésticos europeos recién introducidos en el continente africano, causando un 100% de mortalidad. Durante las siguientes décadas se mantuvo confinada en el continente africano, hasta que en 1957 se detectó por vez primera en Lisboa, procedente de Angola, manifestándose como enfermedad hiper-aguda y una mortalidad cercana al 100%.
En 1960 surge nuevamente cerca de Lisboa, aparentemente como un nuevo foco, extendiéndose por Portugal y alcanzando España el mismo año. La enfermedad se mantuvo endémica en ambos países, con distintos ciclos epizoóticos, hasta que en 1995 fue erradicada en la península Ibérica, tras un exhaustivo programa de erradicación cuyas etapas, en nuestro país, queda reflejadas en la figura 1.
Desde 1960 diferentes países europeos se vieron también afectados por distintos brotes de PPA: Francia (1964), Italia (1967, 1969, 1993), Malta (1978), Bélgica (1985) y Holanda (1986). En 1999 reapareció nuevamente en Portugal, en la región del Alentejo, y fue rápidamente erradicada. En el continente americano la peste porcina africana ha afectado a distintos países: Cuba (1971, 1980), Brasil (1978), República Dominicana (1978) y Haití (1979), en todos ellos ha sido erradicada.
En el año 2007 se produjo un gran cambio en la epidemiología de la enfermedad, con la reentrada del virus de la PPA en el continente europeo, a partir de la región caucásica. Los primeros brotes se produjeron en las inmediaciones del puerto de Poti (Georgia), cuyo origen parece ser carne de cerdo contaminada procedente de barcos internacionales. Desde allí, la enfermedad se difundió a los países vecinos de Armenia, Azerbaiján y Federación Rusa, causando grandes pérdidas económicas en la región. En la actualidad, la enfermedad tiene altas probabilidades de convertirse en endémica en el territorio de la Federación Rusa, debido a la infección demostrada en la población doméstica y silvestre y el gran volumen de comercio de animales y productos animales sin control, que favorecen el mantenimiento y difusión de la enfermedad en la zona (figura 2).
Estos datos corresponden a mayo de 2010. Posteriormente han sido notificados nuevos brotes de la enfermedad. |
La situación actual de expansión de la PPA en África y, sobre todo, su potencial endemización en el este del continente europeo, obliga a todos los países a estar preparados ante una eventual aparición de esta enfermedad, dadas las intensas y fluidas relaciones comerciales que hoy día se establecen por el comercio mundial. Especialmente relevante es esta situación en la UE, donde a este hecho se suma la gran cercanía geográfica con la zona afectada, situándola en una situación de potencial riesgo de introducción de PPA en sus fronteras.
Prevención y control
Dadas las presentes circunstancias epidemiológicas en los países del Cáucaso y en la Federación Rusa, el riesgo de introducción en la UE es actualmente moderado, de ahí la importancia que en este momento puede representar esta enfermedad. Una enfermedad para la que no existe ni tratamiento ni vacunas y cuyo control está basado, fundamentalmente, en la rápida sospecha clínica y posterior confirmación laboratorial y en la rápida toma de estrictas medidas de bioseguridad, aislamiento, control de movimientos y sacrificio de los animales positivos y epidemiológicamente relacionados.
En este momento la mejor herramienta de todos los países europeos debe centrarse en la información a sus veterinarios (privados y públicos) y a sus ganaderos del riesgo moderado de infección en el que se encuentran los países de la UE, como consecuencia del avance de la PPA en los países del Cáucaso y Federación Rusa, para que extremen sus vigilancia y observación y estén atentos a cualquier sospecha de una enfermedad porcina de las características anteriormente descritas. Así como alertar a todos los laboratorios de la UE para que incluyan el diagnóstico de PPA en cualquier sospecha de enfermedad porcina hemorrágica con mortalidad.
La información y la prevención serán nuestras mejores herramientas para evitar la entrada de esta enfermedad.
Bibliografía
Arias, M.; Sánchez-Vizcaíno, JM (2002). African Swine Fever Eradication: The Spanish model. pp 133-139. Trends in Emerging Viral Infections of Swine. Ed. Iowa State University Press.
EFSA Journal (2010). Scientific opinion on African swine fever in: 8(3) 1556. OIE. Manual de las pruebas de diagnóstico y de las vacunas para los animales terrestres, parte 2, peste porcina africana (2008). http://www.oie.int/esp/normes/mmanual/A_INDEX.HTM
Sánchez-Vizcaíno JM. (2006). African Swine Fever. In Diseases of Swine. 9th edition. pp 291-298. Ed. B. Straw, S. D'Allaire, W. Mengeling, D. Taylor. Iowa State University. USA. ISBN 10-0-8138-1703-X