En la segunda parte de esta entrevista, Librado Carrasco nos cuenta cuáles son las enfermedades más relevantes en el Líbano, qué instituciones les apoyan en este proyecto y sus recuerdos más personales en estos diez años de viajes de cooperación.
¿Qué enfermedades son las más prevalentes en el Líbano?
Yo destacaría antes las condiciones de las explotaciones, ya que suelen estar en terrenos que se encharcan con facilidad y junto a enormes estercoleros, ya que en la mayoría de las ocasiones eliminan el estiércol y los purines en las inmediaciones de la zona de estabulación. Otro aspecto importante es el dimensionado insuficiente para el número de animales, con los consiguientes problemas de hacinamiento.
La mayoría de las instalaciones están construidas con materiales de desecho (tablas, chapas, etc.), con escasa ventilación, ya que muchos ganaderos tienen la creencia de que las enfermedades respiratorias son causadas por la exposición del ganado al frío. Debido a esta creencia, suelen tener ventanas muy pequeñas o tapadas con alfombras viejas, lo que da lugar a una alta concentración de amoniaco ambiental; además, los suelos son de tierra o con camas que no se retiran nunca, con escasa pendiente o sin drenajes.
Por otro lado, suelen estar mezclados animales de diferentes edades, o de diferentes especies, siendo muy frecuente la presencia de gallinas junto al ganado bovino. Así como el almacenamiento de paja y pienso junto al ganado, o que la zona de almacenaje de los alimentos sea utilizada como zona de puesta de las aves.
Todas estas condiciones predisponen a la aparición de enfermedades como pedero, onfaloflebitis, neumonías, cuadros diarreicos y parasitaciones (en especial sarna, coccidiosis y criptosoporidiosis) que, junto con mastitis, retenciones placentarias, brucelosis, agalaxia contagiosa, ectima contagioso, cuadros de enterotoxemia, piroplasmosis, fiebre aftosa y déficits nutricionales (siendo muy frecuente el déficit de vitamina E y selenio), son las principales patologías. Además, en la zona hay casos de rabia.
Cuentan con el apoyo de varias instituciones y también de varias universidades, ¿cuál es el papel de cada una?
Este punto es muy importante ya que cada institución participa de una forma crucial. En este sentido destacaría el papel de la Conferencia de Decanos de Veterinaria de España, que es la que coordina la conformación de los equipos de veterinarios. Además de la organización colegial nacional, autonómica y local, así como algunas academias veterinarias, quienes suelen sufragar los gastos de los desplazamientos. Y la industria, que gracias a la coordinación de Veterindustria, suelen donar todos los medicamentos que se van a utilizar en la zona.
En este sentido me gustaría agradecer desde estas líneas la contribución de todas las instituciones y empresas que hacen posible que año tras año podamos seguir colaborando con el desarrollo y mejora de la ganadería del sur del Líbano, contribuyendo de esta forma a la mejora de las condiciones de una población que vive en una zona de conflicto.
En estos más de diez años habrán vivido momentos de todo tipo... ¿Cuál ha sido la mejor experiencia que recuerda? ¿Y el peor momento?
Han sido muchas las experiencias que se han ido produciendo a lo largo de estos años, pero si tuviera que quedarme con una me quedaría con lo que ocurrió el año pasado, forma parte de una bonita historia, que si me permites te voy a contar... Durante estos casi diez años he ido forjando lazos de amistad con algunos ganaderos y policías de la zona. De entre ellos, hay una familia con tres hijas a la que casi todos los años visito; poco a poco, la mejora de la explotación ha hecho posible que estas niñas estén escolarizadas, y que cada vez que visito su pueblo una de ellas, que ha decido que de mayor quiere ser veterinaria como yo, sea mi ayudante y mi interprete (hablo con ella en una mezcla de inglés y árabe, y mi intérprete me va traduciendo lo que ella le dice a los ganaderos). Que ella sea mi ayudante y que su familia la apoye en su sueño de ser veterinaria es una de mis mayores recompensas, ya que el pueblo y la familia son musulmanes muy tradicionales y, sin embargo, es una mujer la que aspira a ser veterinaria y que está dando las indicaciones a los ganaderos. Como imaginarás, para mí visitar esa familia y ese pueblo es una especie de regalo. El año pasado, debido a la organización de los convoyes, no me correspondía visitar la zona del pueblo donde vive esa familia. Sin embargo, nuestro equipo acabó antes y, como responsable de los convoyes y al estar en zona como oficial del ejército (soy reservista voluntario), tuve que ir a buscar al otro equipo que no había llegado al punto de encuentro a la hora acordada. Pues bien, justo en el momento en que encontré los coches del otro equipo, me encontré con esas tres niñas al doblar la esquina y empezaron a gritarme y a reírse: fue un momento inolvidable.
El peor momento quizá fue lo que ocurrió hace un par de años. Estábamos de salida con una parte del equipo veterinario, terminando unas explotaciones próximas a la base, y de pronto sonó una explosión de mortero. En ese momento miré al otro militar que nos acompañaba (un oficial serbio), y sin necesidad de decir nada, rápidamente iniciamos el regreso a la base envueltos en un silencio que se podía cortar con un cuchillo. Luego nos enteramos que había sido una detonación controlada de la que no se nos había avisado, pero nosotros nos pusimos en lo peor: pensamos que había sido un lanzamiento desde el Líbano y que después llegaría la respuesta de la artillería israelí; así que lo prioritario era llegar a la protección de los bunkers de la base.
¿Qué les diría a los veterinarios de campo que trabajan en España para que se animaran a participar en su proyecto?
Una de las personas más importantes en mi vida me regaló esta frase “la vida es una aventura y no un viaje organizado”. Esta actividad es una experiencia única, es un auténtico reto personal y profesional.
Yo animaría a todos los compañeros/as de profesión, no solo a participar en este proyecto, sino en cualquier proyecto de colaboración en cualquier parte del mundo. La actividad de un veterinario repercute directamente en la mejora de las condiciones de vida de una población, ya que influye tanto en la salud de las personas como de los animales, así como en la mejora de la economía de la población debido a las mejoras en la producción de alimentos de origen animal.