“Da la impresión de que han hecho un copia-pega de los reales decretos de ordenación porcino y avícola”. Así de contundente ha sido la organización Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos al calificar el borrador de real decreto de ordenación bovino, que denuncia que no se ha tenido en cuenta la gran diversidad y complejidad de los sistemas ganaderos extensivos y semiextensivos españoles y se ha tomado como modelo el de sectores eminentemente intensivos.
Unión de Uniones señala que una serie de disposiciones son inaplicables debido al tamaño, régimen de tenencia, aprovechamiento y estructura de la base territorial de las granjas. Como ejemplo recuerdan la propuesta de que, para todas las explotaciones de nueva instalación (incluidas las extensivas), las explotaciones deberán estar delimitadas perimetralmente para minimizar la entrada de personas, vehículos y animales silvestres. Esto, explican, es “inaplicable en ganaderías con aprovechamiento de montes públicos, reservas naturales, zonas con fragmentación y atomización de las parcelas…”.
Tampoco se ha tenido en cuenta por parte de Ministerio el manejo que debe darse a muchas razas autóctonas. “Por ejemplo”, apunta Unión de Uniones, “se exige a todas las explotaciones, que, si tienen instalaciones permanentes, estas deberán estar cubiertas y aisladas, con capacidad para alojar a todos los animales, de acuerdo con la capacidad máxima. Teniendo en cuenta el temperamento y por tanto, necesidades de espacio de numerosas razas, el tamaño mínimo de estas instalaciones resulta inalcanzable, más cuando sólo se obliga para albergarlas en un supuesto caso de confinamiento, por no hablar de la inviabilidad del coste económico y la negativa debido a cuestiones medioambientales y urbanísticas en la mayoría de los casos”.
Otra de las carencias del borrador para Unión de Uniones es el “claro olvido” de los sistemas ganaderos de la Cornisa Cantábrica, donde el territorio está vertebrado de forma tal que las granjas se encuentran intercaladas con los núcleos de población, mientras que el Real Decreto obligaría a una separación de 500 metros, y “en esas regiones no existe terreno para cumplir esta norma” alega la organización.
Ante las numerosas cuestiones inaplicables, Unión de Uniones ha reclamado que se incluyan excepciones de cumplimiento para el régimen extensivo y semiextensivo y aporte seguridad jurídica a este tipo de granjas, esenciales para el mantenimiento del medioambiente y el territorio.
En el proyecto de ordenación el Ministerio también lanza su propuesta de establecer un tamaño máximo de las granjas, que se aplicaría a aquellas que no se consideren intensivas.
En su propuesta, las granjas tendrían un tamaño máximo de 850 unidades de ganado mayor (UGM), que se traduciría, en una estimación gruesa, en unas 670 vacas de leche y 1.400 terneros de cebo. Para la organización estos tamaños están sobredimensionados y si bien limitan la proliferación de macrogranjas, hay margen de ajuste.
“La clave de la rentabilidad de una granja no puede ser la huida hacia delante de un tamaño cada vez mayor de la explotación, sino unos precios justos, por lo que desde el MAPA se debe apostar por unos tamaños de ganadería acordes a la dimensión actual de las granjas profesionales y familiares” apuntan desde Unión de Uniones.
La propuesta de Unión de Uniones es rebajar ese tamaño a las 650 UGM, algo más de 500 vacas adultas en granjas de leche y unos 1.000 terneros en el caso de cebo. Esta propuesta se ajusta a un tamaño acorde con el tamaño de las granjas de los ganaderos profesionales de ambos sectores, según datos del MAPA, y en sistemas particulares como el norte peninsular, las Comunidades Autónomas tienen capacidad de establecer normas más restrictivas acorde a su realidad.