El 60º encuentro hispano-francés de sanidad animal y vegetal, que reúne en Toulouse a los ministros de Agricultura de España, Francia y Andorra durante el jueves 18 y viernes 19 de noviembre, ha servido para reforzar la coordinación en las líneas de trabajo de España y Francia en diversas materias relacionadas con la sanidad y producción animal.
En la inauguración del encuentro, el ministro de Agricultura español Luis Planas destacó los altos niveles de colaboración en materia de sanidad animal y vegetal fraguados por España, Francia y Andorra en las últimas seis décadas, en las que se han adoptado políticas comunes que han permitido alcanzar soluciones eficaces en la protección frente a plagas y enfermedades.
En el encuentro bilateral que los técnicos de los ministerios de Agricultura español y francés celebran se abordan, entre otras cuestiones, la aplicación de la Ley de Sanidad Animal europea, después de los cambios introducidos en los requisitos para los movimientos de animales y productos de origen animal. El ministro ha señalado que afrontar de manera bilateral estas nuevas condiciones facilita su cumplimiento.
Igualmente, está previsto que España y Francia firmen en Toulouse un acuerdo sobre el intercambio de estiércol de ganado vacuno y porcino español para ser utilizado en la producción de digestato procesado en plantas de producción de biogás francesas, una iniciativa enmarcada en el impulso a la economía circular y en la lucha contra el cambio climático.
El ministro Luis Planas y el ministro francés de Agricultura y Alimentación, Julien Denormandie, acordaron también reforzar sus líneas de trabajo para impulsar las “cláusulas espejo” en las negociaciones de acuerdos comerciales de la Comisión Europea (CE) con terceros países.
El ministro francés ha trasladado a Planas que la petición de incluir las “cláusulas espejo” en los acuerdos comerciales que la Comisión Europea negocie con terceros países será una de las prioridades de Francia, que el 1 de enero próximo tomará el relevo a Eslovenia en la presidencia de turno de la Unión Europea.
Tanto para España como para Francia la defensa de la reciprocidad, que consiste en garantizar que los productos agrarios importados cumplan con las mismas exigencias medioambientales, sanitarias, de bienestar animal o fitosanitarias, así como con unos estándares de producción equiparables al modelo europeo, es una cuestión de lógica y de justicia para garantizar unas reglas de mercado iguales para todos.
Planas ha remarcado que la UE debe dotarse de “mecanismos de regulación más estrictos para asegurar la rentabilidad de las explotaciones, para que agricultores y ganaderos comunitarios cuenten con un marco de relaciones homólogas y que todos trabajen en las mismas condiciones”.
El ministro explicó que estos encuentros tienen una finalidad eminentemente práctica, y en ellos participan tanto representantes técnicos como cargos con responsabilidad en la toma de decisiones, lo que facilita profundizar en los temas y alcanzar acuerdos y compromisos. Es, según Planas, un foro en el que las conclusiones se elaboran al final y no se llevan redactadas de casa.
Entre los logros conseguidos a través de encuentros anteriores, la estrategia común hispano-francesa permitió que la Comisión Europea modificara su propuesta de modelo de control en las fronteras de la Unión en materia de sanidad vegetal y adoptara un sistema más riguroso que mejora significativamente la seguridad fitosanitaria de las importaciones de terceros países.