Monitorizando la salud del rebaño a través de la leche de tanque
Además de para el análisis de composición fisicoquímica, calidad bacteriológica o recuento de células somáticas, la leche de tanque puede ayudar a controlar la salud de los animales de una forma sencilla.

Esta información aparece publicada en el número 256 de la revista Albéitar (septiembre/octubre de 2022), que se puede leer íntegramente aquí.
Antón Esnal
Analítica Veterinaria
analitica@analiticaveterinaria.com
La leche de tanque en vacuno lechero: tanto con tan poco
La leche de tanque es empleada de forma sistemática para el análisis de composición fisicoquímica, calidad bacteriológica o recuento de células somáticas, parámetros utilizados por las empresas lácteas para el pago por calidad. Sin embargo, el potencial de la leche de tanque es mucho mayor, pudiendo contribuir a la monitorización de la salud del rebaño de una forma sencilla y con bajo coste.
Algunas de las ventajas que presenta el análisis de leche de tanque son las siguientes:
- Una única muestra es representativa de la mayor parte del rebaño (el colectivo en ordeño).
- Limitado coste del análisis teniendo en cuenta que una sola muestra representa a todo el rebaño.
- Fácil de recoger de forma periódica y de conservar hasta el envío al laboratorio.
- Existencia de técnicas de alta sensibilidad (PCR) para la detección de patógenos en muestras de mezcla de individuos como es la leche de tanque.
Utilidades del la leche de tanque para la evaluación de la salud del rebaño y la calidad higiénica de la producción lechera
Detección de patógenos mamarios
Lógicamente, los patógenos causantes de mastitis se excretan por la glándula mamaria y están presentes en la leche de tanque. La detección en ella de microorganismos contagiosos implica por lo general la existencia en el rebaño de animales infectados. Algunos de los patógenos más importantes que se pueden investigar son Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae, otros estreptococos betahemolíticos (S. canis, S. equi), Streptococcus uberis, Mycoplasma bovis o Prototheca spp.
Detección directa de patógenos sistémicos
Existen enfermedades sistémicas en las que el patógeno también se elimina por la leche, en algunos casos en la fase aguda del proceso y en otros de forma crónica, y por tanto pueden también detectarse en el tanque.
Algunas de estas enfermedades son la diarrea vírica bovina (BVD), en la que los animales persistentemente infectados (PI) eliminan el virus en la leche de forma permanente, la fiebre Q o la leptospirosis.
Detección de anticuerpos frente a enfermedades infecciosas
Aunque en menor cantidad que en la sangre, los anticuerpos fruto del contacto con patógenos infecciosos se detectan también en la leche, por lo que la leche de tanque puede utilizarse para la detección de anticuerpos frente a cualquier enfermedad mediante técnicas serológicas como el ELISA. Además, algunos test comerciales están ya validados para analizar leche de tanque y establecen rangos de prevalencia de rebaño en función del resultado.
Dado el efecto de dilución de la leche de los animales seropositivos en la leche de todo el colectivo, la sensibilidad del análisis serológico en tanque es limitada. En general, un resultado positivo indica presencia de individuos seropositivos, pero un resultado negativo solo permite concluir una baja seroprevalencia de rebaño, aunque no la ausencia de positividad. En general y de forma grosera, se puede establecer que:
■ Serología negativa = prevalencia de rebaño < 20 %.
■ Serología positiva = prevalencia de rebaño > 20 %.
Por otro lado, en el análisis serológico de tanque hay que tener en cuenta la posible interferencia de anticuerpos vacunales, igual que se hace a la hora de interpretar la serología sanguínea. Por ello, se debe evitar solicitar serología de enfermedades frente las que se vacuna y en las que no se puede distinguir vacunación de infección.
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