El Colegio de Veterinarios de Teruel organizó una jornada centrada en la viruela ovina y caprina, dada la preocupación existente entre el colectivo veterinario, ya que son muchos los compañeros que ejercen su función en este sector que tanta importancia tiene tanto económica como socialmente en esta provincia. La aparición de diversos focos por la geografía nacional hace que la prevención sea la manera más razonable e idónea para tomar medidas que impidan su difusión.
El ponente invitado fue Juan José Badiola Díez, catedrático de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Zaragoza, que se dirigió a los veterinarios que trabajan, sobre todo, como responsables de las agrupaciones de defensa sanitaria de este tipo de rumiantes.
Así, el especialista destacó que se trata de una enfermedad vírica causada por el virus ADN de la familia Poxviridae, génera capripoxvirus de las ovejas y de las cabras que se caracteriza por fiebre, aparición de pápulas o nódulos generalizados, vesículas, lesiones internas en órganos y puede causar la muerte.
Afecta al ganado ovino específicamente, aunque hay cepas que pueden afectar a las dos especies. Es una enfermedad animal de declaración obligatoria que no afecta a las personas.
La transmisión se produce directamente por contacto entre animales o indirectamente por vía respiratoria, iatrogénica o mediante fómites o vectores mecánicos. Requiere de un diagnóstico en laboratorio para su confirmación. No hay tratamiento y la vacunación sólo se aplica en casos de emergencia debido a una amplia difusión.
La prevención y control se basa en: