El concepto de inmunidad entrenada (del inglés Trained Inmunity - TRAIM) se refiere a la capacidad de memoria del sistema inmunitario innato. Este tipo de memoria inmunológica no es tan bien conocido como el de la respuesta inmunitaria adaptativa en la que se basan en gran manera las terapias vacunales, tanto en animales como en personas. A pesar de ello, los últimos hallazgos en esta materia resultan muy prometedores.
Por esta razón, en el marco del décimo Congreso Internacional de Veterinarios de Ovino (ISVC 2023) que ha tenido lugar en Sevilla del 6 al 10 de marzo en Sevilla, CZ Vaccines invitó al doctor Ramón Juste, investigador del Departamento de Salud Animal del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker) y gran experto en esta materia, a realizar una exposición que revisara en profundidad el conocimiento actual en este campo.
José Ramón de Jesús López, International Commercial Director AH de CZ Vaccines fue el encargado de presentar al ponente y de moderar la sesión.
Así, el Dr. Juste comenzó su exposición recordando que este fenómeno ha sido observado desde hace tiempo. Por ejemplo, en ocasiones, se reportaban unos mejores resultados a los esperados tras la aplicación de determinadas vacunas que no podían explicarse mediante los mecanismos clásicos de la inmunidad adaptativa conocidos hasta la fecha.
Las primeras menciones se realizan ya en torno a los años 30 del siglo XX en las que se encuentra que tras la vacunación frente a tuberculosis (BCG), no solo se reducían las tasas de mortalidad infantil debidas a esta enfermedad, sino también las debidas a otras patologías. También se constató en la de cada de los años 50 que ratones inmunizados con esta misma vacuna estaban protegidos frente a Salmonella.
Pero no fue hasta 1980 cuando Aaby y sus colaboradores recuperaron el concepto a raíz de sus investigaciones en Guinea Bissau con la vacuna frente al virus del sarampión y los resultados obtenidos en relación con la difteria.
En 2011, se propone el concepto de inmunidad entrenada (TRAIM) por parte de Netea y sus colaboradores en una publicación en la que presenta un nuevo paradigma en relación con la defensa del hospedador y la memoria inmunitaria, en este caso innata y basada en la acción de monocitos y macrófagos que son activados mediante mecanismos epigenéticos. Este sería un mecanismo de adaptación lamarkiano, frente al modelo evolutivo darwinista de la defensa mediada por linfocitos.
De la misma forma, el Dr. Juste repasó diversas publicaciones recientes en las que se ha estudiado, por ejemplo, el efecto de la mencionada vacuna BCG frente a Salmonella cholerasuis en lechones, Plasmodium berghei, leishmaniosis en ratones o sarna (Sarcoptes scabiei) en conejos.
En España, el equipo del Dr. Juste fue el primero en estudiar la TRAIM a partir de su larga experiencia en la vacunación frente a paratuberculosis en ganado vacuno. Así, pudo evidenciar un descenso en el 30 % de las pérdidas por todas las causas en la reposición, así como de los positivos detectados mediante PRC.
La reciente pandemia de COVID-19 ha generado una gran cantidad de información que está empezando a ser analizada. Así por ejemplo, un estudio llevado a cabo en el País Vasco demostró que la población vacunada frente a fiebre tifoidea tenía menos probabilidades de infección, de hospitalización y muerte frente al coronavirus, así como una menor mortalidad (incluidas todas las causas).
Otro hallazgo muy interesante y que puede abrir muchas líneas de investigación es aquel que determina que el contacto de los animales con las personas supone un entrenamiento inmunitario para la inmunidad no específica. De esta manera se ha comprobado que existe una correlación positiva con la COVID en aquellos países con un mayor censo de cabras, produciéndose un efecto contrario en aquellos con un mayor número de cerdos o de pollos (siendo este efecto además independiente del nivel de riqueza de cada Estado).
Por tanto, la inmunidad entrenada tiene por delante un alto potencial en el desarrollo de vacunas de amplio espectro y que además permitan distinguir entre animales infectados y animales vacunados. A partir de este conocimiento también se podrá entender la patogenia de numerosas enfermedades crónicas, ayudando así a su prevención y tratamiento. Es importante señalar que todo ello, contribuye además a la reducción del uso de antibióticos.
Todas cuestiones animan a seguir investigando en este campo para poner conocer los mecanismos de la TRAIM con mayor profundidad y descubrir la influencia de factores como la edad, la vía de inoculación, la magnitud del desafío, la exposición repetida, etc., que en la actualidad no están muy claros. También es importante profundizar en por qué se producen en ocasiones respuestas inflamatorias que resultan muy lesivas para el organismo hasta provocar incluso la muerte o aquellas que llevan a una inflamación crónica.