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El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un real decreto que introduce importantes modificaciones en la normativa de control del rendimiento lechero en España, específicamente en las especies bovina, ovina y caprina. El objetivo principal de estas actualizaciones es la evaluación del valor genético, méritos y capacidades de los reproductores de dichas especies. Además, se han incorporado las novedades establecidas en el reglamento comunitario de cría animal.

Esta actualización también busca fomentar la adaptación del sector lechero a los avances tecnológicos, como la digitalización y la robotización, con el fin de permitir a las explotaciones ganaderas generar información válida para los programas de cría. Como novedad, se establece la posibilidad de autocontrol por parte de los ganaderos, lo que facilitará la transferencia generacional en esta actividad.

En cuanto a la gestión de las subvenciones, el real decreto actualiza ciertos aspectos para adecuarse al marco normativo europeo sobre ayudas de Estado y a la normativa nacional en materia de subvenciones. Se incluye, en particular, la adaptación de las bases reguladoras de las ayudas a las asociaciones de criadores de ganado puro, tanto a nivel nacional como autonómico. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación destina actualmente un total de 7,65 millones de euros para financiar estas tres líneas de ayudas.

Ajustes técnicos

Adicionalmente, esta normativa aprobada incluye modificaciones al real decreto de 1053/2022, de 27 de diciembre, que establece las normas básicas de ordenación de las granjas bovinas. Estos ajustes técnicos tienen como objetivo fortalecer la seguridad jurídica y garantizar la coherencia con la realidad y las necesidades del sector.

Se prohíben determinados procedimientos y aparatos de manejo para salvaguardar el bienestar de los animales, y se corrige la tabla de equivalencias de Unidades de Ganado Mayor, en concordancia con el real decreto para la aplicación de pagos directos y requisitos comunes en el marco del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) a partir de 2023. Esto busca eliminar discrepancias y garantizar la coherencia en las equivalencias establecidas.