Los programas de erradicación de tuberculosis bovina siguen sin funcionar porque no se está poniendo el foco en la fauna salvaje. Así lo expuso la organización Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos en el marco de una reciente reunión con la Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, en la que reclamó a la Administración nuevas y mayores responsabilidades sobre la fauna silvestre que actúa como reservorio de la enfermedad, en especial el jabalí.
En este sentido, la organización explicó que muchas de las comarcas que están peor en cuanto a tuberculosis son también comarcas con altas densidades de jabalí y nivel de tuberculosis en la especie.
“Solo conseguiremos la erradicación si lo conseguimos también en fauna salvaje, algo que hoy por hoy consideramos imposible y que desde la administración no parece comprender, echando a espaldas del ganadero nuevas medidas, cada vez más exigentes, que solo provocan pérdidas y cierres y no un avance frente a la tuberculosis”, comentó Alfredo Berrocal, ganadero y responsable de sectores ganaderos de Unión de Uniones. “Nos siguen matando vacas y vaciando granjas, y las que quedan se reinfectarán con una fauna salvaje descontrolada por parte de las administraciones”, lamentó Adrián Gómez, ganadero y responsable del sector vacuno de carne.
Asimismo, Unión de Uniones también ha denunciado los abusos que determinados agentes infligen sobre las ganaderías que no están consideradas libres de tuberculosis bovina reduciendo de forma injustificada y drástica el precio de los terneros, hasta más de 100 euros, por tener que ir a un cebadero sin calificación, pese a ir igualmente y sin ningún problema a la cadena alimentaria con todas las garantías sanitarias y de seguridad alimentaria.
Ante estas problemáticas, Unión de Uniones ha demandado al ministerio una revisión integral del programa de erradicación de la tuberculosis, la consulta y participación del sector en su elaboración y revisión de estos planes, así como el fin de medidas tan drásticas como los vaciados sanitarios o el control de los abusos sobre ganaderías que no están considerados libres de la enfermedad.
La organización ha destacado también la gravedad de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), su gran índice de mortalidad y los estragos que están dejando los efectos secundarios sobre las explotaciones.
Con respecto a este tema, se ha tratado la crisis vivida entre julio-noviembre por la irrupción de la enfermedad, así como los avances en cuanto a su vacuna y las medidas para el próximo periodo de actividad vectorial, a lo que la organización pide mayor coordinación entre administraciones.
En cuanto a lengua azul, Unión de Uniones ha reclamado soluciones ante las vacunas que están presentando problemas (mortalidad, abortos...) y asimismo, ha advertido de la nefasta condición corporal e inmunológica de muchos animales que han quedado maltrechos por la EHE, y ha denunciado la proliferación de rebaños amateur de ovino, que no están incluidos en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) y quedan al margen de las políticas sanitarias.