El presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo Sáez, se ha reunido con el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura, Valentín Almansa de Lara, a quien ha transmitido su preocupación por los efectos de la modificación del RD 364/2023.
En su opinión, este texto que no debería haberse conocido como “del veterinario de explotación”, sino como de “mejora de la sanidad y la rentabilidad ganadera, en el que lógicamente el veterinario tiene un papel imprescindible”.
Desde la OCV se ha transmitido algo que el Ministerio comparte plenamente, y es que el veterinario es único facultativo capacitado para establecer un plan sanitario que permita el uso racional de antibióticos, un estatus sanitario adecuado y supervisar el bienestar animal, como bases de la salud pública y también de la seguridad alimentaria.
“Se han conseguido notables avances en los últimos años gracias al esfuerzo conjunto de ganaderos y veterinarios, que ha permitido cumplir la normativa europea, y que se han traducido además en un mayor rendimiento para los ganaderos”, apuntó el presidente de la OCV, quien expuso a Almansa el sentido de las alegaciones presentadas.
A su juicio, las medidas plasmadas en la modificación del Real Decreto “pueden suponer un retroceso en sanidad animal, ya que tener una cabaña pecuaria nacional con este estatus sanitario y de bienestar animal no se consigue en un plazo breve de tiempo. Es consecuencia de un trabajo riguroso, profesional y perseverante en el que hemos tenido una labor destacada los veterinarios. No queremos que ninguna medida pueda comprometer o suponer un retroceso en sanidad animal”.
Por último, trasladó a Almansa la apuesta de la profesión “por la ganadería como parte fundamental del medio rural y como actividad estratégica que nos provee de productos de calidad contrastada”.