En un reciente informe publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), se han presentado las conclusiones sobre el riesgo de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) asociado con el colágeno y la gelatina derivados de huesos de rumiantes. El estudio, encargado por la Comisión Europea, se centró en evaluar los riesgos tanto para humanos como para animales.
La EEB, más conocida como la enfermedad de las vacas locas, es una enfermedad neurodegenerativa fatal que afecta a los bovinos. La preocupación por la posible transmisión a humanos y otros animales ha llevado a una regulación estricta sobre los productos derivados de rumiantes. En este contexto, el informe de la EFSA evaluó específicamente el riesgo de EEB en productos de colágeno y gelatina derivados de huesos de rumiantes, incluidos bovinos, ovinos y caprinos.
El informe destaca varias conclusiones clave:
Aunque el riesgo de transmisión de EEB a través del colágeno y la gelatina derivados de huesos de rumiantes es bajo, no es completamente despreciable. Esto se debe a la posibilidad de que ciertos procesos de producción no eliminen completamente la infectividad de la EEB.
Se observó que los procesos de producción varían significativamente y, en algunos casos, podrían no ser suficientes para garantizar la completa inactivación del agente de la EEB. Esto es especialmente relevante para los productos derivados de pequeños rumiantes, para los cuales los datos son menos abundantes y los procesos menos estandarizados.
La EFSA recomienda una vigilancia continua y una posible revisión de las normativas actuales para asegurar que los métodos de producción sean lo suficientemente robustos para minimizar cualquier riesgo.
Basado en los hallazgos del informe, la EFSA recomienda reforzar los procesos de producción para mejorar y estandarizar los métodos de producción de colágeno y gelatina, asegurando así la máxima reducción posible de la infectividad. Además, se promueve la investigación continua para cerrar las brechas de conocimiento, especialmente en lo que respecta a los pequeños rumiantes. Finalmente, se sugiere establecer sistemas de monitoreo más rigurosos para supervisar la producción y garantizar el cumplimiento de las normativas.
La continua vigilancia y mejora de los procesos de producción son cruciales para garantizar la seguridad tanto para humanos como para animales, insiste la EFSA.