La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación de Cantabria ha lanzado un plan integral para controlar un brote reincidente de tuberculosis bovina en la comarca veterinaria de San Vicente de la Barquera-Val de San Vicente, que incluye a los municipios de San Vicente de la Barquera y Herrerías. Este brote se superpone al detectado en 2021 y también ha afectado a la fauna salvaje local. La Dirección General de Ganadería ha emitido hoy una resolución, que entrará en vigor mañana, con medidas extraordinarias para contener la tuberculosis bovina en esta zona.
El consejero Pablo Palencia ha informado a los alcaldes de estos municipios sobre las medidas adoptadas para frenar el avance de la enfermedad en una reunión en la sede de la Consejería de Desarrollo Rural. Según Palencia, el "elevado riesgo de expansión de la tuberculosis en la comarca” representa una seria amenaza para numerosas ganaderías, lo que ha motivado al Gobierno de Cantabria a actuar con rapidez.
El plan de actuación se centrará en controlar tanto la fauna salvaje, como el jabalí y el tejón, que actúan como transmisores de la tuberculosis, además de implementar medidas en las explotaciones ganaderas. También se limitará el movimiento del ganado en los prados y se prohibirá la asistencia a ferias y concentraciones ganaderas en la comarca.
Desde 2020, la comarca veterinaria de San Vicente de la Barquera ha experimentado focos recurrentes de tuberculosis en explotaciones ganaderas, con el brote primario en Val de San Vicente. En 2021, la situación se agravó con una cepa virulenta que causó un rápido deterioro en los animales. El brote actual, que comparte la misma cepa que el de 2021, ha vuelto a afectar explotaciones previamente impactadas, incluso aquellas que realizaron vacíos sanitarios. Esta cepa también se ha detectado en la fauna salvaje de la zona, lo que ha contribuido a la propagación de la enfermedad.
La Consejería ha diseñado una serie de acciones para contener la tuberculosis bovina, que incluyen la instalación de contenedores para la recogida de subproductos orgánicos de fauna salvaje a partir del 1 de septiembre, coincidiendo con el inicio de la temporada de caza. Además, se asignará un veterinario los domingos para recoger muestras de animales cazados, y se distribuirán reactivos analíticos para el análisis sanitario de jabalíes y otras especies cazadas.
También se inspeccionarán todas las explotaciones de jabalíes en la comarca para asegurar el cumplimiento de los requisitos sanitarios. Por razones de emergencia sanitaria, se llevará a cabo una campaña de captura de tejones para realizar análisis sanitarios y frenar la propagación de la enfermedad.
En las explotaciones ganaderas afectadas, se implementarán medidas de control de movimiento, con restricciones de acceso a prados, ferias y concentraciones ganaderas durante un periodo mínimo de cuatro meses, dependiendo de la zona afectada. Además, las explotaciones positivas serán sometidas a inmovilizaciones muy estrictas, que serán controladas continuamente por personal veterinario y sancionadas en caso de incumplimiento.
Se exigirán también medidas de bioseguridad en las explotaciones ganaderas, como la instalación de bebederos elevados al menos 60 cm del suelo, la colocación de pastores eléctricos en charcas y arroyos, y la prohibición de la alimentación suplementaria en el suelo. Las barreras físicas en almacenes de comida también serán obligatorias para evitar el acceso de la fauna salvaje. Asimismo, se realizarán pruebas de control de estiércol y purines.
La Consejería ha establecido restricciones en el movimiento de animales dentro de la comarca veterinaria y ha suspendido ferias y concentraciones ganaderas. También se han suspendido las pruebas de campaña y de venta realizadas por veterinarios de explotación, y se llevarán a cabo pruebas diagnósticas en todas las explotaciones de ovino y caprino de los tres municipios afectados.
Se han definido tres áreas de riesgo sanitario: la zona foco, la zona tampón y la zona de vigilancia. La zona foco, que incluye localidades como Serdio, Estrada, Abanillas, Luey y Muñorrodero, tendrá las restricciones más severas, incluyendo la prohibición de aprovechamiento de áreas clave y la limitación de entrada y salida de animales, excepto con destino a mataderos o cebaderos. En la zona tampón, que abarca Gandarillas, Hortigal y La Acebosa, también se restringirá el acceso a pastos y se exigirán pruebas sanitarias antes de permitir la participación en ferias. Finalmente, en la zona de vigilancia, que cubre todo el municipio de Herrerías y otras localidades cercanas, se limitará el acceso a pastos bajo supervisión veterinaria.
El consejero ha comunicado las nuevas medidas a las empresas lácteas y ganaderos afectados, recordando que la tuberculosis bovina puede transmitirse a las personas a través del consumo de leche cruda de animales infectados o por contacto directo durante el manejo de los animales. Sin embargo, Palencia ha tranquilizado a los consumidores asegurando que la pasteurización de la leche elimina cualquier riesgo de contagio por vía alimentaria.