En un contexto donde la resistencia antimicrobiana (AMR) se presenta como una de las mayores amenazas globales para la salud pública y animal, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha lanzado iniciativas que subrayan la importancia de la prevención como estrategia clave para reducir el uso de antibióticos en la producción animal. Según el informe "Cómo la prevención puede reducir la necesidad de antibióticos”, que acaba de publicarse, la implementación de buenas prácticas de manejo y salud animal puede disminuir significativamente la dependencia de estos medicamentos, protegiendo así la eficacia de los antimicrobianos para las futuras generaciones.
La resistencia antimicrobiana es un fenómeno en el cual las bacterias desarrollan resistencia a los medicamentos diseñados para eliminarlas, como los antibióticos. Esto es preocupante tanto para la salud humana como animal, ya que las infecciones bacterianas se vuelven más difíciles de tratar, lo que incrementa la mortalidad, reduce la productividad en las granjas y eleva los costos asociados al cuidado de la salud. En muchos países, el uso excesivo e innecesario de antibióticos en la ganadería ha sido identificado como un factor clave en el aumento de la AMR.
El enfoque preventivo propuesto por la FAO busca reducir la necesidad de antimicrobianos mediante una serie de herramientas que mejoran la salud animal y previenen enfermedades. Entre las principales estrategias se encuentran:
A nivel global, varias iniciativas están en marcha para fomentar la adopción de prácticas preventivas. El proyecto A.L.P.H.A. (Iniciativa para el Avance de la Productividad y Salud del Ganado en África) ha logrado aumentar la disponibilidad de productos de salud animal preventivos en África, incrementando el acceso a vacunas y tratamientos antiparasitarios. En cinco años, ha atendido a más de 128 millones de animales y capacitado a más de 26,000 veterinarios y agricultores en prácticas preventivas.
Por otro lado, el proyecto PREVENT, enfocado en la vacunación eficiente en África, ha permitido vacunar a 37 millones de pollos en sus primeros dos años, reduciendo la necesidad de tratamientos antibióticos al prevenir enfermedades comunes desde el nacimiento.
La prevención de enfermedades en animales de granja no solo es esencial para preservar la eficacia de los antibióticos, sino que también es un componente clave para la sostenibilidad de los sistemas alimentarios globales. Con una población mundial en crecimiento y la necesidad de aumentar la producción alimentaria, las prácticas preventivas garantizan la salud y el bienestar de los animales mientras reducen el impacto ambiental y los costos asociados con las enfermedades.
La FAO, a través de su iniciativa RENOFARM, tiene como objetivo inscribir a 100 países en un esfuerzo de 10 años para mejorar la adopción de medidas preventivas en la producción ganadera. Con esta iniciativa, se espera que la reducción del uso de antimicrobianos en las granjas se convierta en una realidad sostenible y global.