Antonio Jiménez
Ceva Salud Animal
antonio.jimenez@ceva.com
El diagnóstico de la cetosis puede realizarse mediante mediciones de distintos cuerpos cetónicos en muestras de leche, sangre u orina. Sin embargo, el análisis de BHB en sangre es el método de referencia para las explotaciones de vacuno lechero, ya que el BHB es el cuerpo cetónico más estable. El sistema de medición de HB Control FreeStyle ha demostrado ser el método más preciso en granja para medir el grado de cetosis subclínica por su combinación de sensibilidad y especificidad, con niveles de precisión prácticamente iguales a los obtenidos en un análisis en laboratorio.
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Recientemente se hizo un estudio económico con datos de 13.000 vacas, con el propósito de desarrollar un modelo que pueda adaptarse a los distintos riesgos de enfermedad para evaluar diferentes estrategias de monitorización y tratamiento con propilenglicol durante los primeros 30 días en leche. Se consideraron diferentes situaciones de prevalencia y se realizó un análisis del retorno de inversión basado en la inversión por diagnóstico y tratamiento y diferentes fuentes de pérdida económica.
Es importante destacar que cuando se habla de incidencia se hace referencia al número de nuevos casos de cetosis que ocurren en un periodo de estudio, dividido por el número total de vacas que completan ese periodo de estudio. Cuando se habla de prevalencia, se habla de una “fotografía” que mide el estatus de cetosis actual en un grupo de vacas y se define como la proporción de vacas con concentración de BHB por encima de 1,2 mml/l en un momento dado. Así, casi todos los muestreos de cetosis en campo son evaluaciones de prevalencia.
Como regla práctica, se puede considerar que la incidencia de cetosis es aproximadamente el doble de la prevalencia (Duffield et al., 1999; McArt et al., 2012).
Se analizaron cuatro estrategias de monitorización y de tratamiento en prevalencias muy diferentes de cetosis:
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De todas formas, lo más racional es ajustar las prácticas de manejo para conseguir una prevalencia por debajo del 10 %. Así, la finalidad de cualquier monitorización y estrategia de tratamiento es paliar los efectos del problema mientras se hacen cambios que disminuyan la incidencia de cetosis en la explotación, tales como mejorar el manejo nutricional y condición corporal, otras medidas de manejo como reducir la densidad de población, minimizar el movimiento de animales o mejorar el acceso a la comida, así como la incorporación de otras medidas preventivas como la administración de un bolo de monensina.
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