Ana I. de Prado
Técnico internacional de Calidad de Leche
Ceva Salud Animal (Francia)
Mensajes clave
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Cuanta mayor producción de leche en el momento del secado, mayor riesgo de nuevas infecciones intramamarias.
Para evaluar la asociación entre la producción de leche en el secado y las IIM, se realizó un estudio en Canadá en el que se definió nueva IIM como un cambio en el Linear Score de menos de 4 en el último control anterior al secado, hasta un Linear Score mayor de 4 en el primer control en la siguiente lactación.
Sólo un 16% de las vacas que producían menos de 13 kg de leche en el secado desarrollaron nuevas IIM en comparación con el 26% de vacas que producían más de 21 kg [1] (figura 1).
El GL es una medida indirecta de la presión intramamaria que está relacionada con el bienestar y la salud de la ubre. El GL se considera presente si observamos chorros de leche saliendo de uno o más pezones, una gota de leche en la punta del pezón o indirectamente si vemos leche en el suelo debajo de la ubre.
La relevancia del GL fue demostrada cuando se observó que las vacas que goteaban leche tras el secado tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar mastitis clínica y tenían 6,1 veces más riesgo de desarrollar una IIM con un patógeno principal durante el periodo seco que las vacas que no goteaban [2].
Para conseguir información sobre la incidencia real de GL en explotaciones de leche comerciales, Ceva Salud Animal ha realizado estudios en Europa, Estados Unidos, Brasil (datos sin publicar) y México [3]. Todas las vacas se observaron cuidadosamente para la detección de GL después del secado durante tres días consecutivos.
En Europa, la incidencia media de GL fue del 24,4% a nivel de vaca, con diferencias entre explotaciones dependiendo del nivel de producción 24 horas antes del secado. La incidencia más alta de GL se encontró entre 30-34 horas después del secado.
En Estados Unidos, el porcentaje medio de vacas que gotearon leche durante cualquiera de las observaciones fue 32% y el rango entre explotaciones fue del 21-45%. El mayor goteo de leche se observó 36 horas tras el secado.
En Brasil, el 31% de vacas tuvieron goteos en alguna observación con un rango del 26-44% entre explotaciones.
En México, el 24% de todas las vacas mostraron goteos de leche en al menos uno de los periodos de observación. El límite más bajo y más alto del rango entre granjas fueron 17% y 47%, respectivamente.
El resumen de estos resultados se muestra en el figura 2.
La incidencia de GL tras haber observado 3.065 animales a lo largo de Europa y América es mayor de la esperada. Sin embargo, la toma de conciencia de este problema entre veterinarios y ganaderos es muy baja.
La incidencia de GL en explotaciones está infravalorada.
Se necesita un método más simple para reducir de una forma abrupta la producción que no requiera restricciones de alimentación ni reducción de la frecuencia de ordeño. Esto es esencial para mejorar el manejo, la salud de la ubre y el bienestar en el secado y por lo tanto tener un impacto positivo en la rentabilidad de la explotación.
*Resumen del documento original “Dry your best technical publication. The incidence and importance of milk leakage in the dry cow”. Ana I. de Prado, Técnico Internacional de Calidad de Leche, Ceva Salud Animal (Francia)