Enrique Fantova Puyalto es el coordinador de Servicios Técnico Veterinarios de Carnes Oviaragón S.C.L.
Estos próximos días 18, 19 y 20 de septiembre FEMOGA (la Feria Industrial, Agrícola y Ganadera de los Monegros) celebra su Edición número XXIV en Sariñena (Huesca), 24 años intensos de trabajo en defensa del sector agroganadero de los Monegros y aragonés con la ganadería como eje principal.
Los que vivimos en el mundo ganadero hemos encontrado en FEMOGA jornadas técnicas claves para nuestro progreso; acuerdos históricos entre colectivos de ganaderos; subastas de ganado selecto (Rasa Aragonesa, Pirenaica, Frisona, etc.) que hoy son la base genética de muchas de nuestras ganaderías; homenajes a los verdaderos protagonistas: los pastores; concursos ganaderos; cursos de adiestramiento y exhibición de perros de ganado; jornadas gastronómicas; potenciación de razas autóctonas; presentación de nuevos productos y un sinfín de actividades dirigidas a prestigiar nuestra actividad ganadera y su medio. Este año no va a ser menos, FEMOGA presenta un programa lleno de actividades dirigidas a continuar con este empeño de defender nuestro mundo ganadero y nuestros pueblos.
Considerando que en el año 2008 la producción final ganadera de Aragón (más de 1.761 millones de euros) supone casi el 57% de la producción final agraria de la comunidad autónoma. Trasladando ese análisis a la repercusión de esta actividad en nuestro medio rural, donde importantes extensiones agrícolas se gestionan y trabajan desde las ciudades sin necesidad de vivir en los pueblos, podemos hacernos a la idea de la enorme importancia de esta actividad ganadera. Si a esto sumamos el preocupante envejecimiento de la población descubriremos, como una realidad incuestionable, que los pocos jóvenes que quedan en estas áreas rurales se dedican en su gran parte a la actividad ganadera, que les proporciona hoy la economía necesaria para seguir viviendo aquí*.
Si no queremos seguir contemplando impasibles como se mueren nuestros pueblos y montes, la propia sociedad y todas las administraciones públicas debemos ponernos manos a la obra y entre todos articular los mecanismos necesarios para que esta actividad ganadera tan fundamental se mantenga, mejorando la calidad y condiciones de vida de las personas que se dediquen a la misma. Hoy la ganadería necesita con urgencia: