La Comisión Europea ha publicado el informe anual del Sistema de Alerta Rápido para alimentos y piensos de la UE (RASFF) correspondiente a la seguridad alimentaria en Europa durante 2019. En él se señala de 4.118 notificaciones en toda la Unión Europea, de las cuales 1.175 fueron notificaciones de alerta alimentaria, 546 informes de seguimiento, 882 llamadas de atención, 1499 rechazos fronterizos y 18 notas informativas.
El RASFF es una herramienta clave para asegurar el flujo de información entre los Estados miembros cuando se detectan riesgos de seguridad alimentaria, que permite una reacción rápida para proteger la salud pública. El informe de 2019 puede consultarse en este enlace.
En comparación con 2018, en el informe se destaca un incremento del 5 % en el número de notificaciones de alertas por riesgos graves para la salud relacionados con productos que circulan en el mercado de la UE. Este aumento de las alertas es significativo por sexto año consecutivo.
El informe contiene, entre otros, información detallada sobre el tipo de riesgos notificados y los alimentos implicados, así como datos detallados sobre cada Estado miembro.
En los productos con origen en la UE, el peligro más notificado fueron microorganismos patógenos en alimentos de origen animal, especialmente Salmonella en carne de ave, Listeria monocytogenes en productos de pescado ahumados en frío y en carnes listas para el consumo, Escherichia coli productora de toxina shiga en productos cárnicos (no tratados térmicamente) y quesos, así como los norovirus.
En alimentos producidos fuera de la UE, la mayoría de notificaciones relacionadas con microorganismos patógenos fueron por Salmonella, principalmente en semillas de sésamo, y también en hierbas y especias. Se registró un aumento del 17 % en este tipo de notificación respecto a 2018.
También causaron abundantes notificaciones los alérgenos (la leche, el gluten y la soja fueron los más comunes) especialmente en cereales y productos de panadería. Fue muy común la declaración de trazas de alérgenos en alimentos debido a contaminaciones cruzadas. Este tipo de notificación se incrementó un 30 %.
En el caso de productos con origen fuera de la UE, el principal motivo de notificación fueron, como es habitual, las micotoxinas. Las aflatoxinas en frutos secos siguen siendo, al igual que en 2018, el problema más frecuente en los alimentos controlados en la frontera de la UE.
La notificación de cuerpos extraños estuvo relacionada principalmente con trozos de metal, cristal y plástico, que normalmente se hallaron en materias primas molidas o a granel, como cereales y harinas, o en alimentos procesados, debido a una contaminación durante la producción.
Los residuos de pesticidas afectaron principalmente a frutas y verduras. El pesticida más notificado fue el clorpirifos, cuyo uso está prohibido en la UE dada su posible genotoxicidad y neurotoxicidad para el desarrollo. La mayoría de notificaciones fueron rechazos originados en los controles fronterizos, y la mayoría de los productos afectados no llegaron a comercializarse en la UE.
Como en años anteriores, sólo un pequeño porcentaje de las notificaciones del 2019 se referían a piensos (6 %) y a materiales en contacto con los alimentos (4,5 %), aunque estas últimas registraron un aumento del 24 %.