Las autoridades alemanas han advertido de los riesgos de beber leche cruda no pasteurizada después de que se encontrase en muestras analizadas contaminación por Listeria, Campylobacter o E. coli productora de toxina Shiga.
Los tres patógenos se detectaron en hasta un 5 % de aproximadamente 360 muestras de leche cruda examinadas, según la Oficina Federal de Protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria.
Estos resultados provienen del control de zoonosis realizado por las autoridades federales y estatales alemanas durante 2019, cuando se tomaron 6.792 muestras en todos los niveles de la cadena alimentaria para detectar los patógenos más importantes transmitidos por los alimentos.
En Alemania, la leche para el consumo generalmente se trata térmicamente antes de venderla a los consumidores. Se aconseja a los niños pequeños, los ancianos, las personas inmunodeprimidas y las mujeres embarazadas que no consuman productos lácteos crudos sin pasteurizar.
En total, 18 de las 368 muestras, o casi el 5 % de la leche de tanque a granel, que es leche sin tratar directamente del productor, estaba contaminada con E. coli productora de toxina Shiga, y además con uno de los genes de especial virulencia.
Se detectó además Campylobacter en nueve de 360 muestras de leche de tanque de granjas de ganado lechero. Listeria monocytogenes estuvo presente en 11 de 369 muestras, pero no se encontró Salmonella en 370 muestras.
También se detectó E. coli productora de AmpC en 10,1 %, o 37 de 368, muestras de leche de tanque utilizando métodos selectivos.
La Oficina Federal de Protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria recomendó que la leche de la granja se hierva antes de consumirse para eliminar los gérmenes.