La degradación de los ecosistemas aumenta el riesgo de que los patógenos pasen de los animales a los humanos, y es importante defender el enfoque One Health - Una sola salud, que considera la salud humana, animal y planetaria en conjunto.
Este es uno de los aspectos que subraya el más reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el que se sostiene que el mundo puede transformar su relación con la naturaleza y abordar las crisis del clima, la biodiversidad y la contaminación de manera conjunta con el fin de garantizar un futuro sostenible y prevenir futuras pandemias, y que ofrece un plan integral para abordar nuestra triple emergencia planetaria.
El informe tiene el sugestivo título “Hacer las paces con la naturaleza”, y expone la gravedad de estas tres crisis ambientales con base en evaluaciones mundiales, incluidas las del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y la Plataforma Intergubernamental científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), así como la Perspectiva del Medio Ambiente Mundial del PNUMA, los estudios del Panel Internacional de Recurso y nuevos hallazgos sobre la aparición de enfermedades zoonóticas como la COVID-19.
Los autores evalúan en el informe los vínculos entre distintos desafíos ambientales y de desarrollo, y explican cómo los avances científicos y la formulación de políticas audaces pueden abrir un camino hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030 y un mundo neutro en carbono para 2050, al tiempo que se detiene la pérdida de biodiversidad y la contaminación y generación de residuos.
De acuerdo con el informe, tomar ese camino implica innovar e invertir solo en actividades que protejan a las personas y la naturaleza. El éxito se traducirá en ecosistemas restaurados y vidas más saludables, así como en un clima estable, entre otros beneficios.
La expansión económica ha traído una prosperidad desigual a una población mundial en rápido crecimiento. Como resultado, 1.300 millones de personas viven en la pobreza, mientras la extracción de recursos naturales se ha triplicado hasta alcanzar niveles dañinos y crear una emergencia planetaria.
A pesar de la disminución temporal de las emisiones debido a la pandemia, el planeta se dirige a un aumento de la temperatura global de al menos 3°C en este siglo, más de 1 millón de las aproximadamente 8 millones de especies de plantas y animales corren un riesgo de extinción sustancialmente elevado, y las enfermedades causadas por la contaminación matan cada año a unas 9 millones de personas. La degradación ambiental está impidiendo el progreso hacia la erradicación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades y la promoción del crecimiento económico sostenible.
El informe muestra cómo estas tres emergencias ambientales interactúan y tienen causas comunes y, por lo tanto, solo pueden abordarse de manera efectiva en conjunto. Los subsidios a los combustibles fósiles, por ejemplo, al igual que los precios que no toman en cuenta los costos ambientales, están impulsando la producción y el consumo basados en el uso desenfrenado de energía y recursos naturales, el cual está detrás de estos tres desafíos planetarios.
“Al mostrar cómo la salud de las personas y la naturaleza están entrelazadas, la crisis de la COVID-19 ha subrayado la necesidad de un cambio radical en la forma en que vemos y valoramos la naturaleza. Si se refleja ese valor en la toma de decisiones, ya sea que hablemos de política económica o de elecciones personales, podremos lograr una transformación rápida y duradera hacia la sostenibilidad”, dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
“Los planes de recuperación verde para las economías afectadas por la pandemia son una oportunidad imperdible para acelerar la transformación”, añadió Andersen.
El informe enfatiza la necesidad de que toda la sociedad se involucre en la toma de decisiones e identifica acciones clave que se pueden y deben emprender desde todos los sectores para lograr un mundo sostenible. Por ejemplo:
Un futuro sostenible también significa aprender de la crisis de COVID-19 para evitar nuevas pandemias. El informe subraya cómo la degradación de los ecosistemas aumenta el riesgo de que los patógenos pasen de los animales a los humanos, y la importancia del enfoque de “Una sola salud”, que considera la salud humana, animal y planetaria en conjunto.