Nélida Fernández Pato es coordinadora de enfermedades parasitarias y profesora de parasitología en el Grado en Veterinaria de la Universidad Alfonso X el Sabio. Forma parte de la Unidad Biomédica de Investigación en la misma universidad, y desde hace dos años participa en un proyecto de investigación con el ISCIII en el área de Parasitología, Unidad de Malaria y Parasitosis Emergentes. En el último número de la revista Albéitar ha publicado un artículo sobre fauna silvestre y parasitosis en el ganado y las personas.
¿Cuál es la influencia de la fauna silvestre en las parasitosis del ganado y de las personas?
En los últimos años se ha detectado un aumento en la población de cérvidos silvestres en toda Europa. De forma natural, cérvidos como el gamo o el ciervo están infectados por distintos agentes parasitarios aunque en la mayoría de los casos, debido a su mayor resistencia natural o menores tasas de parasitación, este parasitismo normalmente no conlleva la aparición de enfermedades parasitarias.
Estos hechos permiten que cérvidos silvestres actúen como reservorios parasitarios en los casos de agentes de baja especificidad, en ocasiones siendo hospedadores definitivos como en F. hepatica o Calicophoron daubneyi, y otras veces actuando como hospedador intermediario, en parasitaciones por el género Sarcocystis. T. gondii o E. granulosus.
Las elevadas incidencias parasitarias detectadas, del 62.9 % en ciervos para nematodos gastrointestinales o del 34 % para Fasciola hepatica, no hacen más que corroborar la importancia que tienen estos animales en la propagación parasitaria y mantenimiento de ciclos biológicos.
La escasez de alimento derivada del incremento total de cérvidos, métodos de ganadería extensiva o el desarrollo de viviendas residenciales en zonas periurbanas están permitiendo un mayor contacto entre animales domésticos y silvestres, así como una mayor interrelación de rumiantes domésticos y silvestres con el hombre.
Tanto cérvidos silvestres como rumiantes domésticos pueden verse infectados por agentes parasitarios zoonóticos, por lo que el hecho de compartir hábitat con estos animales supone un riesgo para la salud pública que debe ser analizado con detenimiento para establecer métodos de diagnóstico y control adecuados.
¿De qué manera, con un enfoque One Health, se puede reducir su incidencia?
La existencia de agentes parasitarios zoonóticos en cérvidos silvestres que, además, pueden infectar a rumiantes domésticos, hacen necesario su control desde un enfoque multidisciplicar. Este es el concepto de una salud o One Health, en el que se promueve la investigación conjunta y mejora de conocimiento de todos los factores involucrados en el mantenimiento y expansión de agentes parasitarios zoonóticos.
En este caso en concreto, hay varios aspectos que deberían tenerse en cuenta. El primero sería aumentar el conocimiento de los factores implicados en esta migración poblacional de cérvidos. Si bien se conocen algunos, como la falta de alimento o el aumento de la presencia del hombre en regiones previamente ocupadas por estos animales, se debería comprender con profundidad el alcance de los cambios acontecidos en los últimos años que han supuesto un incremento, en ocasiones desproporcionado, de poblaciones silvestres.
Por otra parte, se necesita un mayor conocimiento epidemiológico de agentes parasitarios, lo que supone realizar nuevos estudios de los factores implicados en su transmisión ya que, al igual que ha sucedido con las poblaciones de animales silvestres, han sufrido modificaciones y se han adaptado a los cambios acontecidos los últimos años. El cambio climático, por ejemplo, permite que algunos parásitos como nematodos gastrointestinales completen su ciclo biológico más meses al año, o que otros, como Fasciola hepatica, se hayan adaptado a poder parasitar más especies de hospedadores intermediarios.
Hay que destacar la necesidad de que la sociedad en general sea consciente del papel fundamental de los veterinarios en el mantenimiento de la salud pública.
¿Cómo está influyendo en su día a día y en el del entorno en que se mueve la pandemia de COVID-19?
La pandemia que estamos sufriendo y que lamentablemente se ha cobrado tantas vidas ha tenido una gran repercusión tanto en la actividad docente como en la actividad investigadora. Si bien desde el día en que tuvimos que abandonar las aulas por confinamiento, tanto docentes como alumnos nos adaptamos sin problema al mundo digital, y este curso académico al modelo híbrido, online y presencial en grupos reducidos, considero que hemos perdido lo mejor y más importante, que es el contacto diario con los estudiantes, que permite su mayor y mejor desarrollo profesional.
En relación a la actividad investigadora, la parte laboratorial se ha mantenido sin problema; sin embargo, los estudios que se encontraban en fase de muestras tuvieron que posponerse.
En su opinión, ¿qué cambios de los que se están produciendo van a perdurar en el tiempo?
El uso de mascarilla y nuevas prácticas de higiene y desinfección humana y de enseres formarán parte de nuestro día a día. Por otro lado, la digitalización laboral y docente ha llegado para quedarse. Si bien la presencialidad es insustituible en algunos campos como es el de la veterinaria, creo que cuando no sea imprescindible se utilizará el mundo virtual.
De la misma forma, espero que los congresos nacionales e internacionales que hasta ahora fueron presenciales, lo vuelvan a ser lo antes posible. Aunque, espero, sigan contando con la nueva modalidad virtual adoptada debido a la situación actual, ya que considero que favorece y facilita la difusión de avances en investigación.