A pesar de estar en alerta 1 de rabia, Melilla ha confirmado su primer caso de rabia en 2022, que supone el quinto declarado en los cuatro últimos meses. El positivo, según señaló la Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, se dio en una perra mestiza, joven y de capa negra que se encontraba en una vivienda de la ciudad el 3 de enero "en cuyo entorno merodean perros y gatos sueltos".
El animal, que presentaba una gran agresividad, llegó a morder a su propietaria y fue llevado por la empresa de recogida de animales al Centro de Observación, donde murió por parálisis respiratoria al día siguiente.
Ese mismo día se envió la muestra para su análisis al Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, centro de referencia para Melilla. El diagnóstico, realizado por detección de antígeno y PCR, se confirmó el 5 de enero.
El Gobierno de la Ciudad de Melilla ha advertido que si alguna persona ha sido mordida o ha tenido contacto salival con este perro en la fecha indicada o anteriores, debe personarse en las dependencias de la Dirección General de Salud Pública y Consumo de la Ciudad Autónoma o contactar telefónicamente con el Servicio de Policía Local para iniciar el tratamiento, en caso de que fuera necesario.
Igualmente, desde la consejería de Salud Pública se ha recordado que la rabia, una vez que se desarrollan los primeros síntomas, "es una enfermedad mortal para personas y animales susceptibles". También se pide a la ciudadanía contactar con la Dirección General de Salud Pública y Consumo si se tiene constancia de que el perro pudo morder a cualquier otro animal que se encontrara por la zona.
"Es muy importante recordar que, ante la aparición de animales vagabundos o aparentemente enfermos en la vía pública, no se intente tocarlos, alimentarlos ni recogerlos y se contacte con la Policía Local para que los servicios competentes procedan a su retirada de forma segura", advierten.
Del mismo modo, Salud Pública recuerda que la vacunación antirrábica anual en la Ciudad de Melilla es obligatoria y gratuita para perros, gatos y hurones con más de tres meses de edad.