Una pitbull hembra mestiza de tamaño medio y capa blanco/canela procedente de Marruecos es el segundo caso de rabia declarado en Melilla después de que la ciudad autónoma levantara la alerta nivel 1 que mantenía para controlar la enfermedad, y el octavo de 2022. El animal fue visto el día 3 de noviembre vagabundeando, aunque no hubo ninguna comunicación por parte de la ciudadanía, y capturado por el servicio de recogida de animales de Tragsa, que lo trasladó inmediatamente al centro de acogida. El 10 de noviembre murió y el día 14 se envió una muestra para su análisis al Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, que confirmó el diagnóstico de rabia.
Como en anteriores casos, las autoridades melillenses han hecho un llamamiento para que las personas que hayan sido mordidas o hayan tenido contacto salival con la perra se presenten en las dependencias de la Dirección General de Salud Pública o contacten con la Policía Local para iniciar el tratamiento en caso de que fuera necesario.
Desde la Consejería de Políticas Sociales, Sanidad Pública y Bienestar Animal de Melilla subrayan que, una vez que se desarrollan los primeros síntomas, la rabia es una enfermedad mortal para personas y animales susceptibles. Asimismo, recuerdan que ante la aparición de animales vagabundos o aparentemente enfermos en la vía pública, no se debe intentar tocarlos, alimentarlos ni recogerlos y que hay que contactar con la Policía Local para que los servicios competentes procedan a su retirada de forma segura. Por último, señalan que la vacunación antirrábica anual es obligatoria y gratuita para perros, gatos y hurones con más de tres meses de edad en la ciudad autónoma.