La rabia causa aproximadamente 59.000 muertes humanas en todo el mundo cada año. Alrededor del 99 % de estas muertes se originan por exposición a perros rabiosos; muchas de las víctimas (40 %) son niños. La vacunación de los perros frente a la enfermedad rompería el ciclo de transmisión y salvaría la vida de varias decenas de miles de seres humanos en todo el mundo. Para establecer un nivel adecuado de protección contra la rabia a nivel nacional, es necesario garantizar que al menos el 70 % de los perros estén vacunados y que todas las víctimas de mordeduras de perros tengan acceso inmediato a la profilaxis posterior a la exposición. Sin embargo, para mantener un nivel adecuado de protección contra la rabia, también se deben implementar muchas otras herramientas, incluyendo una adecuada evaluación de riesgos, vigilancia, detección temprana y control de la enfermedad en la vida silvestre.
La Asociación Mundial Veterinaria (WVA) ha partido de esta base para elaborar un documento en el que expone su posición respecto a la prevención de la rabia transmitida por perros. Estos son los puntos que recoge dicho documento:
Como trabajadores de primera línea en el campo de la salud animal, la WVA cree que los veterinarios y los paraprofesionales de veterinaria corren potencialmente un mayor riesgo de exposición al virus de la rabia y, por lo tanto, se debe priorizar a que sean receptores de medidas profilácticas de vacunación preexposición contra la rabia, especialmente en áreas donde la enfermedad tiene una alta prevalencia.