Con la llegada del frio la presencia de ejemplares adultos de mosquito tigre (Aedes albopictus) disminuye hasta aparentemente desaparecer. Muchos de los huevos que las hembras ponen a finales de la temporada cálida ya no eclosionan si el frio persiste y su desarrollo se detiene, lo que les permite resistir en diapausa las bajas temperaturas del invierno hasta la temporada siguiente. Sin embargo, el cambio climático está favoreciendo que estas diapausas sean cada vez más cortas y los periodos de actividad más largos.
El aumento de las temperaturas y los inviernos cada vez más cálidos en Europa contribuyen por una parte a aumentar la idoneidad climática para las enfermedades transmitidas por vectores y por otra a expandir el territorio de hábitat idóneo para la proliferación del mosquito tigre, potencial vector de numerosos arbovirus, incluidos el dengue, el chikungunya y el Zika. Una combinación que representa un riesgo notable para la salud pública.
El estudio "Adult Aedes albopictus in winter: implications for mosquito surveillance in southern Europe", publicado en The Lancet, analiza relaciones entre el aumento de las temperaturas invernales en el sur de Europa, la detección de ejemplares adultos de mosquito tigre en invierno y plantea la necesidad de ampliar los períodos de vigilancia de esta especie para proteger la salud pública.
El estudio se centra en datos registrados en la región de Ática (Grecia), en la que el mosquito tigre se detectó por primera vez en el 2008 y actualmente se encuentra ampliamente distribuido. Durante la temporada de invierno 2022-23 la población de mosquitos activos registrados por el sistema de vigilancia en la región fue alta, en comparación con años anteriores, y por primera vez grandes cantidades de ejemplares adultos de Aedes albopictus se mantuvieron activos hasta finales de enero de 2023. Por otra parte, el análisis de las temperaturas mensuales registradas entre enero de 1993 y enero de 2023 en la región constata una tendencia al alza que culmina en diciembre de 2022, el más cálido registrado hasta la fecha.
Ática no es la única región del sur de Europa que ha registrado actividad de adultos de Aedes albopictus durante el invierno, aunque otras detecciones han sido menores y más esporádicas. Por ejemplo, la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) ha detectado desde 2016 adultos de mosquito tigre en Barcelona varias veces en diciembre y enero pero solo 22 individuos en un período de 7 años. También en la plataforma de ciencia ciudadana Mosquito Alert se han reportado esporádicamente durante ese mismo período la detección de Aedes albopictus durante diciembre y enero en Albania, Italia y España pero también en un número bajo.
Aunque Cataluña y otras zonas del sur de Europa mostraron patrones de temperatura similares a los del Ática en diciembre de 2022, por motivos desconocidos no se detectaron tantos mosquitos activos como allí.
Sin embargo, los autores del estudio sugieren la importancia de ampliar el período de vigilancia de Aedes albopictus en el sur de Europa para monitorear su comportamiento mientras se adapta al cambio climático, dadas las observaciones esporádicas de adultos registradas y la previsión de inviernos más cálidos en el futuro, en los que la presencia de actividad de mosquitos vectores adultos podría normalizarse.