La dirección general de Salud Pública del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón y el Área de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con cinco municipios de la Comunidad Autónoma, van a llevar a cabo este verano cinco planes piloto para la vigilancia y control de enfermedades transmitidas por vectores, en concreto, por mosquitos, flebotómos y garrapatas. Se trata de una actuación que se enmarca en un nuevo Plan de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores de Aragón, que se encuentra en fase de redacción y se prevé aprobar en este año 2024.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero Flores; la directora general de Salud Pública, Nuria Gayán; el profesor titular de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y director de la Cátedra de Investigación en Plagas Urbanas y Salud Pública, Ignacio de Blas; y el técnico del Instituto Municipal de Salud Pública, Emilio Martínez, han dado a conocer el objetivo de estos planes piloto. Por su parte, la profesora asociada de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Sara Lacour, ha explicado cómo funciona una trampa para vectores, acto que se ha celebrado en el Parque Delicias de Zaragoza.
Los cinco planes piloto que contempla el plan aragonés se van a desarrollar en cinco municipios diferentes. En cuatro de ellos, Zaragoza, Utebo, Binéfar y Alcañiz, las actuaciones comenzarán en julio. El quinto será un municipio todavía por determinar de la Sierra de Albarracín, donde la intervención comenzará en septiembre.
Estos planes piloto suponen una importante ampliación con respecto a la vigilancia desarrollada desde 2016 hasta ahora, que se había centrado en el mosquito tigre (Aedes albopictus), lo que ha permitido constatar la presencia e implantación de este mosquito invasor en la Comunidad Autónoma. Actualmente, además de la vigilancia entomológica en municipios diana, se está implantado un programa piloto de intervención en el municipio de Valderrobres (Teruel).
El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero Flores, ha agradecido la colaboración de todas las Administraciones públicas y organismos implicados en estos planes piloto para investigar la presencia de vectores en el territorio, dentro del nuevo Plan de prevención, vigilancia y control de las enfermedades transmitidas por vectores en Aragón.
Bancalero ha destacado que las enfermedades transmitidas por vectores constituyen una amenaza creciente en todo el mundo, debido principalmente a la globalización, con el movimiento constante de personas y mercancías por todo el planeta, junto al aumento de las temperaturas y las modificaciones de la pluviosidad, factores estos últimos asociados al cambio climático.
Los cinco planes piloto se van a implantar de manera progresiva, durante este verano. El primero se pone en marcha este martes, 16 de julio, en la ciudad de Zaragoza, donde se van a controlar mosquitos del género Aedes, vector de transmisión de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, el zika y la enfermedad por virus Chikungunya.
Con esta finalidad, se van a colocar diferentes trampas en espacios donde se considera que puede darse una concentración de estos insectos. Su ubicación concreta no se va a dar a conocer para evitar cualquier tipo de interacción humana o vandalismo.
Este miércoles, 17 de julio, se iniciará la colocación de las trampas para el control quincenal de flebótomos transmisores de leishmaniosis en Utebo; el 23 de julio, se colocarán en Binéfar, para el control de mosquitos del género Anopheles, que pueden transmitir paludismo; y el 25 de julio, en Alcañiz, para el control de mosquitos del género Culex, transmisores de fiebre del Nilo Occidental. En todas las localidades, se cuenta con la colaboración de sus Ayuntamientos.
En septiembre, se comenzará en la Sierra de Albarracín el plan piloto de control de garrapatas, que transmiten el virus causante de la enfermedad hemorrágica Crimea-Congo, entre otras.
El Plan de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores de Aragón, que está en fase de elaboración, supone la ampliación de la vigilancia desarrollada hasta ahora por el Departamento de Sanidad y la Universidad de Zaragoza. El objetivo es disminuir el riesgo de transmisión y reducir al mínimo el impacto global de estas enfermedades emergentes desde la perspectiva de “Una Sola Salud”.
La finalidad principal de la vigilancia de estas enfermedades es detectar precozmente su presencia, con el fin de establecer las medidas necesarias para evitar la aparición de casos secundarios y brotes autóctonos, sobre todo en áreas con presencia del vector competente, y notificar la transmisión activa del virus en el lugar donde se ha adquirido la infección.
Con este propósito, habrá una intercomunicación constante entre las secciones de Vigilancia, el Sistema de Guardias y la Sección de Zoonosis para que las actuaciones puedan resultar efectivas.
La directora general de Salud Pública, Nuria Gayán, ha explicado el procedimiento ante casos de personas con una enfermedad transmisible por vectores. En primer lugar, aparece una sospecha de enfermedad, lo que requiere de forma previa que los médicos estén formados e informados sobre enfermedades vectoriales, principalmente sobre criterios clínicos y epidemiológicos.
Con este propósito, el nuevo plan establecerá un circuito prioritario para la distribución de información a centros sanitarios de zonas afectadas, en el caso de que aparezcan casos autóctonos o considerados de riesgo desde Salud Pública.
Después, se ha de notificar la enfermedad, realizar la investigación epidemiológica y determinar si es un caso importado o autóctono, formular las recomendaciones y medidas para su tratamiento y evitar nuevos casos, investigar el origen y evitar la transmisión local mediante una investigación entomológica. También se evaluará el riesgo la transmisión de los patógenos zoonóticos a hospedadores animales.
Las enfermedades transmitidas por vectores, como son la leishmaniosis, el dengue, el paludismo, la fiebre del Nilo occidental y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, constituyen el grupo de enfermedades que más está creciendo en el mundo.
Numerosos vectores, capaces de transmitir estas enfermedades, están presentes y extendidos en gran parte de la geografía de España: mosquitos de los géneros Culex, Aedes y Anopheles; garrapatas de la familia Ixodidae (principalmente las especies Hyalomma marginatum, Hyalomma lusitanicum, Ixodes ricinus, Rhipicephalus sanguineus) y Argasidae (Ornithodoros sp.); y flebótomos (Phlebotomus spp.).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) vienen haciendo un llamamiento para preservar la salud aplicando un enfoque de “Una Sola Salud” que abarque la interconexión de la salud humana, la salud animal y del medio ambiente en general, incluidos los ecosistemas.
Los factores que pueden contribuir a la propagación de las enfermedades transmitidas por vectores son fundamentalmente el aumento de viajes y el comercio internacional, que contribuirían a la introducción de patógenos (virus, bacterias y parásitos) y especies invasoras que podrían actuar como vectores o reservorios; el cambio climático, en especial el aumento de las temperaturas y la pluviosidad, que pueden favorecer el desarrollo de los vectores; y los cambios sociodemográficos y medioambientales que pueden aumentar las zonas geográficas aptas para el establecimiento de los vectores y reservorios y las oportunidades de contacto del ser humano con ellos.