La Unión Europea ha publicado un informe de relevancia crítica sobre la introducción del enfoque One Health en las políticas comunitarias,en el que se subraya la interconexión entre la salud humana, animal y de los ecosistemas. Este enfoque multisectorial y transdisciplinario busca responder a los desafíos globales, como las enfermedades zoonóticas, la resistencia antimicrobiana, y los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad en la salud.
El informe destaca cómo actividades humanas, como el cambio en el uso del suelo y las alteraciones ambientales, han aumentado los riesgos de transmisión de enfermedades entre especies. Más del 70 % de las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son de origen zoonótico. Además, las crisis planetarias actuales —cambio climático, pérdida de naturaleza y contaminación— afectan directamente la salud de todos los seres vivos.
El concepto One Health, respaldado por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), pretende coordinar acciones en salud humana, animal y ambiental para prevenir y responder a crisis sanitarias de manera integrada.
El Grupo de Asesores Científicos de la Comisión Europea propone seis recomendaciones fundamentales para implementar el enfoque One Health en las políticas de la UE:
Esta definición se refiere al panel de expertos de alto nivel en One Health, que reconoce la interdependencia entre humanos, animales, plantas y el medio ambiente. Se propone utilizarla como base para diseñar y coordinar políticas, promoviendo una visión integrada y sostenible.
Se recomienda establecer un mecanismo de coordinación a nivel europeo que conecte políticas locales, nacionales e internacionales. También se sugiere fomentar estrategias nacionales y compartir buenas prácticas entre Estados miembros.
Alinear las políticas de la UE mediante una estrategia con objetivos a corto, mediano y largo plazo, basándose en la “Teoría del Cambio” de las Naciones Unidas, para optimizar recursos y evitar duplicidades.
Integrar el enfoque One Health en todos los niveles de formación académica y profesional. Se propone el uso de tecnologías como inteligencia artificial y realidad virtual para promover el aprendizaje y aumentar la concienciación pública sobre este concepto.
Eliminar barreras que dificultan la colaboración entre disciplinas, desarrollar indicadores de evaluación y priorizar áreas transversales de investigación.
Integrar infraestructuras existentes para la vigilancia y evaluación de riesgos en salud humana y animal, asegurando respuestas rápidas y coordinadas ante amenazas emergentes.
La adopción de estas recomendaciones busca aumentar la resiliencia de los sistemas de salud europeos y maximizar la eficiencia en el uso de recursos. Un ejemplo destacado es la lucha contra la resistencia antimicrobiana, que ya ha mostrado avances gracias a normativas europeas como la reducción del uso de antibióticos en la ganadería.
Además, el informe señala que la aplicación de este enfoque podría mejorar la prevención de enfermedades, reducir costes sanitarios y fomentar el desarrollo sostenible, alineándose con iniciativas como el Pacto Verde Europeo.
Con esta hoja de ruta, la Unión Europea aspira a liderar la integración del concepto One Health, sentando las bases para un sistema de salud robusto y sostenible que proteja la salud de todos los seres vivos y sus entornos compartidos.