A medida que la UE adopta una nueva estrategia de salud global, el verdadero papel de la salud animal en la prevención de la propagación de enfermedades y la promoción de sistemas alimentarios más seguros y sostenibles debe incorporarse aún más.
El papel de los animales en el One Health, la conexión entre la salud animal, humana y ambiental, a menudo se reduce singularmente a la resistencia a los antibióticos y al mal uso de los antibióticos en la cría de animales. Esto puede tener efectos colaterales dañinos al reducir la efectividad de estos tratamientos para las personas, así como para los animales. Si bien el One Health ha sido reconocido como una de las tres prioridades clave para la nueva estrategia, claramente se necesita un enfoque más matizado.
Los enfoques One Health deben abarcar más que la resistencia a los antibióticos y, en cambio, deben esforzarse por lograr un equilibrio entre las prioridades que enfrentan la salud humana, animal y de los ecosistemas, al tiempo que se reconoce su interconectividad inherente. Estos enfoques deberían ser la base de cualquier estrategia eficaz de salud pública, ya que descuidar la salud animal solo deja a las poblaciones expuestas a amenazas de enfermedades emergentes.
Con su Estrategia de Salud Global recientemente adoptada, la UE no solo tiene la oportunidad de dar forma a las políticas de salud global en las próximas décadas, incluido el 'tratado de prevención de pandemias' actualmente en discusión en la Organización Mundial de la Salud, sino que también puede dar un ejemplo de cómo aprovechar al máximo el enfoque One Health en beneficio de las personas, los animales y el planeta.
Esto se puede lograr mediante la adopción de una estrategia One Health verdaderamente interconectiva y expansiva que aproveche al máximo el papel clave que los animales pueden desempeñar y desempeñan en la mejora de la salud pública.
Para empezar, los formuladores de políticas deberían tratar la salud animal como un componente central de la salud pública, reconociendo la gama completa de conexiones que existen entre la salud animal, humana y ambiental, más allá de la resistencia a los antibióticos.
Esto significa implementar acciones expansivas de One Health como parte de la nueva estrategia de salud de la UE, incluidas nuevas políticas que promuevan un mayor control del riesgo de enfermedades en los animales, prestando mayor atención al componente de salud de los estándares de bienestar animal y simplificando las pautas sobre intervención veterinaria para prevenir brotes de enfermedades animales.
Además, los formuladores de políticas también deberían priorizar las medidas preventivas de salud animal, como la vacunación de los animales de granja, que pueden limitar la transmisión de enfermedades a las personas, evitando los brotes en primera instancia.
Los animales son la primera línea de defensa contra muchas enfermedades emergentes, de las cuales algo más del 70 % surgen de animales silvestres, por lo tanto, también se debe prestar más atención a los procesos regulatorios para las vacunas animales para que las amenazas emergentes puedan abordarse de manera rápida y eficaz.
En segundo lugar, los legisladores de la UE deberían consolidar aún más la salud animal como base de la seguridad alimentaria en las reglamentaciones que rigen la seguridad de nuestros alimentos. La UE tiene la oportunidad de consolidar su fuerte legado de seguridad alimentaria en una nueva estrategia de salud global y puede aprovechar los casos de éxito de One Health, como los esfuerzos anteriores para controlar los brotes de salmonela, cuyos casos han disminuido significativamente en Europa desde su punto máximo en la década de 1990.
Las instituciones de la UE han defendido durante mucho tiempo la conexión entre la sanidad animal y la seguridad alimentaria, como ocurrió después del brote de EEB o “enfermedad de las vacas locas” en la década de 1990, cuando los gobiernos actuaron rápidamente para promulgar normas relativas a la seguridad alimentaria bajo el paraguas de autoridades de salud pública.
Aumentar la conciencia pública sobre los vínculos entre la salud animal y la seguridad alimentaria protege tanto a las personas como a los animales. La campaña para evitar que los viajeros lleven productos porcinos al extranjero, por ejemplo, responde directamente a la amenaza de propagación de la peste porcina africana, que puede sobrevivir con productos porcinos contaminados y puede tener un impacto significativo tanto en la salud animal como en los medios de vida humanos. Tales medidas de seguridad también pueden aliviar la carga de los países en desarrollo, que se ven afectados de manera desproporcionada por las enfermedades transmitidas por los alimentos.
Finalmente, al adoptar un enfoque expansivo de Una sola salud, los políticos de la UE también deben maximizar el papel de la salud animal en sistemas alimentarios más sostenibles. Esto se debe principalmente a que los animales más saludables significan menos recursos desperdiciados que finalmente no se consumen como alimento, lo que contribuye a una mayor sostenibilidad en todo el sistema alimentario.
Los 1,3 millones de cerdos perdidos en toda Europa solo por la peste porcina africana, entre 2016 y 2020, también representan un costo ambiental significativo debido a la pérdida de recursos y las emisiones creadas por la falta de producción de alimentos.
En otros lugares, los animales más sanos también contribuyen positivamente a la agricultura orgánica, por ejemplo, a través del estiércol que se puede usar como fertilizante, el pastoreo de ganado para la gestión de la tierra y los servicios ecosistémicos, y el reciclaje de plantas que, aunque no son comestibles para los humanos, se pueden usar como alimento para animales.
La salud global es tan fuerte como sus países más vulnerables y, a pesar de los éxitos en la reducción de la amenaza de las enfermedades del ganado en Europa, el bloque debe permanecer alerta para reducir las amenazas que existen en otros lugares, al mismo tiempo que lidera el camino para que el resto de la comunidad global adopte los enfoques de One Health.
Al adoptar un enfoque One Health más matizado como filosofía central a lo largo de su nueva Estrategia de Salud Global, la UE puede ayudar a dar forma a las políticas de salud que incluyan a los animales necesarias para lograr un mundo más saludable y seguro.