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Pedro Pablo Mayo Robles
Veterinario, miembro del grupo de especialistas en reproducción de AVEPA (GERPAC)  y de la sociedad europea de veterinarios especialistas en reproducción (EVSSAR)
Hospital Veterinario Nacho Menes - ICSB Spain
info@hvnachomenes.com - www.hvnachomenes.com

La inseminación artificial es una tecnología reproductiva que implica la recogida de semen del macho, su mantenimiento por un tiempo variable y, finalmente, depositar en el aparato reproductor de la hembra un número suficiente de espermatozoides viables en el momento adecuado de su ciclo.

Cuándo está indicado su uso

La inseminación artificial está indicada en aquellas situaciones en las que la monta natural no es posible, bien por problemas físicos en el macho o en la hembra, bien por problemas de comportamiento en el caso de perras que rechazan al macho o, en algunos casos, de infertilidad. Además, gracias al comercio de semen, permite salvar distancias entre reproductores o el acceso a determinados machos.

Historia de la inseminación artificial canina

La primera inseminación artificial en la perra la realizó Lázaro Spallanzani en 1780 en una perra de raza Spaniel de la que nacieron dos cachorros, un macho y una hembra. En los Estados Unidos, en 1956, Harrop obtiene el primer parto en una perra tras ser inseminada con semen recogido en Gran Bretaña. En 1969, Seager, en Estados Unidos, obtiene la primera camada nacida después de una inseminación artificial con semen congelado.

Lazzaro Spallanzani (1729-1799) fue el primero en realizar una inseminación artificial en una perra en 1780. (Foto: http://home.tiscalinet.ch/biografien/biografien/spallanzani.htm)

Innovaciones en inseminación artificial canina

La inseminación artificial con semen fresco ha venido siendo el tipo de inseminación artificial más utilizado en la especie canina. Consiste en la extracción del semen del macho y su introducción con una sonda, en el momento adecuado, en el fondo de la vagina de la hembra.

Los continuos avances en la investigación de las técnicas y diluyentes utilizados para refrigerar y congelar semen canino han hecho que en los últimos años haya una creciente demanda entre los criadores de perros, dueños de perros en general y veterinarios por esta tecnología y una creciente mejora en las tasas de fertilidad que se obtienen.

Gracias a la capacidad para refrigerar y congelar semen podemos tener acceso a machos que se encuentran muy alejados de donde vive la hembra y ahorrar tiempo y dinero en largos desplazamientos. Otra ventaja que presentan estas técnicas es que nos permiten mejorar la calidad del semen y aumentar el número medio de cachorros por camada.

Semen refrigerado

Requiere una perfecta coordinación entre el dueño de la hembra y el del macho, ya que una vez refrigerado su vida útil es tan solo de unos días. Una vez que sabemos que la perra se encuentra en el momento adecuado del ciclo sexual, gracias a la cuantificación de la progesterona, se extrae semen del macho, se mezcla con los diluyentes que van a proteger a las células espermáticas de los cambios de temperatura y que van a nutrirlas, se refrigera y se introduce en unos kits especiales que lo van a mantener a esa temperatura durante su transporte por mensajería urgente. Una vez que  llega a su destino se atempera y se introduce con una sonda en el fondo de la vagina de la hembra.

Semen congelado

Tiene la ventaja de que nos permite almacenar el semen por tiempo prácticamente indefinido y, por lo tanto, tenerlo a nuestra disposición cuando deseemos, además de permitir su envío a cualquier parte del mundo. Como anécdota cabe destacar que en el año 2010 la empresa estadounidense ICSB (International Canine Semen Bank), con sus técnicas y diluyentes, consiguió una camada de cuatro beagles a partir de semen que llevaba congelado 38 años.

El proceso consiste en la extracción de semen del macho, su análisis para comprobar que reúne las características necesarias para su congelación, su posterior mezcla con diluyentes especiales que van a protegerlo de los cambios de temperatura y a nutrirlo y su descenso progresivo de temperatura hasta – 196º C. Después se mantiene en nitrógeno líquido.

El semen mezclado con los diluyentes se puede mantener almacenado dentro de los tanques de nitrógeno líquido de dos maneras. Uno de los sistemas, que ha sido copiado de su uso en el ganado, es mediante unos tubitos de plástico finos y alargados, llamados pajuelas, que contienen entre 0,25 y 0,5 mililitros de semen y diluyente. El otro sistema, más adaptado a la especie canina y que ha demostrado tasas de fertilidad más altas, es en forma de pequeños gránulos o pellets, que se depositan dentro de tubos de plástico. Tanto los viales como las pajuelas se deben identificar con todos los datos del macho donador.

Cuando se desea inseminar una perra con semen congelado se debe de determinar con mucha precisión el momento en que va a ovular a través de la cuantificación de la progesterona, descongelar el semen e introducirlo dentro de su útero.

Otro desarrollo reciente, que tiene su interés en casos en los que un propietario desea congelar semen pero no puede desplazarse a un banco de semen, es la creación de kits que permiten el envío de semen refrigerado a un banco de semen para que posteriormente se proceda a su congelación y almacenamiento o envío.

Extracción de semen de animales fallecidos recientemente

Esta es una técnica desarrollada por la empresa ICSB y consiste en la capacidad para extraer semen directamente de los testículos en las primeras 36 horas tras la muerte del animal. Esto tiene su interés en perros fallecidos de modo súbito, bien por una enfermedad aguda o por un accidente, o en individuos en los que no se puede extraer el semen de otro modo. Una vez extraído este semen se va a procesar del mismo modo que un eyaculado normal.

Artículo cedido por Nestle Purina Petcare España S.A.