MI CUENTA |   
¿Todavía no estás registrado?

Ecografía del parénquima hepático y el sistema biliar


Luisa F. Álamo Fernández
Especialista de Ecografía y Cardiología
del Hospital Veterinario La Flota de Murcia
ecografia@hvflota.com
Imágenes cedidas por la autora


Figura 1. Quiste intrahepático con paredes irregulares en un gato.
Figura 2. Neoplasia hepática que ha originado un absceso.
Figura 3. Hiperplasia nodular benigna. Nódulos hiperecogénicos distribuidos en el parénquima. Perro de 12 años.
Figura 4. Metástasis hepática de una neoplasia esplénica.
Las indicaciones para realizar un estudio ecográfico hepático son, entre otras: sospecha de hepatomegalia, masas, ascitis, ruptura diafragmática, pérdida de peso, elevaciones de transaminasas y vómitos y/o diarrea de origen desconocido.

Recordemos que con la ecografía se detectan alteraciones estructurales, no de la función hepática. La funcionalidad se analiza con parámetros bioquímicos como las transaminasas o los ácidos biliares. Por otro lado, numerosas lesiones visualizadas en el examen ecográfico requerirán de métodos como la citología, la biopsia y análisis histopatológico para la obtención del diagnóstico definitivo.

Revisión anatómica
El hígado contacta cranealmente con el diafragma, caudalmente y a la derecha con el riñón derecho, a la izquierda con bazo y riñón izquierdo, en el centro con el estómago y ventralmente con la grasa falciforme, que tiene ecogenicidad similar. Existe hepatomegalia cuando los bordes hepáticos están redondeados y/o sobrepasan el estómago o el riñón derecho ventralmente.

Hígado
Consta de cuatro lóbulos: izquierdo, derecho, cuadrado y caudado.

El lóbulo hepático izquierdo se localiza a la izquierda de la línea media y, a la derecha, se encuentra el lóbulo hepático derecho. Ambos se dividen en sublóbulos medial y lateral. El lóbulo cuadrado está en la línea media y se une al sublóbulo medial derecho. Entre ambos se localizan la vesícula biliar (situada justo a la derecha de la línea media) y la vena porta. El lóbulo caudado está limitado ventralmente por la vena porta y dorsalmente por la vena cava caudal.

Sistema biliar
El sistema biliar consta de vesícula biliar, conductos extra e intrahepáticos que se unen formando el conducto hepático común que, a su vez, se une al conducto cístico de la vesícula biliar originando el conducto biliar común o colédoco, que desemboca en el duodeno.

Particularidades ecográficas
Las divisiones entre los lóbulos hepáticos no se aprecian bien con la ecografía, excepto en pacientes con ascitis.

Las arterias hepáticas no se visualizan, por lo que es necesario utilizar doppler color. Las venas hepáticas y portales sí se observan, y se diferencian porque las venas portales tienen paredes hiperecogénicas de material fibroadiposo.

Los conductos biliares intrahepáticos no se visualizan normalmente. Puede seguirse el cuello de la vesícula hasta el conducto cístico, y el conducto hepático común puede verse si está dilatado. El conducto biliar común se observa mejor en gatos (puede alcanzar hasta 4 mm de diámetro en condiciones normales).

Anomalías focales del parénquima hepático
A continuación se describe la apariencia ecográfica de las principales lesiones que pueden encontrarse en el hígado.

Técnica de exploración ecográfica

• Se rasura desde el décimo espacio intercostal.
• El punto de referencia es la apófisis xifoides del esternón, por lo que se debe posicionar el transductor justo debajo, con inclinación craneodorsal. Deben obtenerse cortes transversales y longitudinales de todo el parénquima, recorriendo todos los lóbulos hepáticos y la vesícula biliar con ambos cortes: angulamos la sonda de derecha a izquierda sin desplazarnos, obteniendo así cortes longitudinales y, tras rotar la sonda, angulamos arriba y abajo para obtener cortes transversales.
• Para explorar la superficie hepática no suele ser necesario desplazarse de esta posición, sino angular siguiendo el arco costal, aunque algunos animales requieren pequeños desplazamientos laterales.
• Si el gas acumulado en el estómago interfiere, podemos poner de pie al animal.
• Podemos acceder también desde los espacios intercostales derecho e izquierdo (10º-12º). El conducto hepático común, las venas porta y hepáticas y la vena cava se valoran en una vista transversal desde el espacio intercostal derecho 10º-12º. El conducto hepático aparece ventral a la vena porta.
• Se utilizan transductores de 3 MHz para perros grandes, de 5 MHZ para perros medianos y de 7,5 MHz para gatos y perros pequeños aproximadamente. Son más recomendables las sondas sectoriales o micro-convex que las lineales, por su menor superficie.
• El hígado es hipoecogénico respecto al bazo e iso o hiperecogénico respecto a la corteza renal. La ecogenicidad del parénquima hepático es uniforme, con un patrón regular sólo interrumpido por las venas hepáticas y portales (figura 1). La superficie hepática debe ser lisa y los bordes hepáticos normales, afilados.


Quistes, abcesos y hematomas
Los quistes hepáticos son anecógenos o con casi ausencia de ecos internos, con paredes regulares, finas y claramente delimitadas, aunque en ocasiones pueden ser irregulares (figura 1), y presentan refuerzo acústico distal. Pueden estar tabicados.

Su origen puede ser congénito o adquirido:
Los quistes congénitos surgen normalmente por defectos en la formación de los conductos biliares.

Los adquiridos pueden deberse a traumatismos, procesos inflamatorios, tóxicos o neoplasias como el cistoadenoma hepático. Se recomienda la realización de controles ecográficos periódicos para detectar cambios en su morfología o tamaño.

Los abscesos hepáticos son cavidades irregulares, con zonas hipo e hiperecogénicas en su interior.

Pueden darse en pacientes con diabetes, enfermedad biliar, pancreatitis, neoplasia, corticosteroides, torsión de lóbulo hepático y objetos penetrantes (figura 2). La ecografía valora su evolución y permite obtener muestras para cultivo o su drenaje.

Los hematomas pueden aparecer a consecuencia de traumatismos, procesos inflamatorios, intoxicaciones y neoplasias. Su aspecto ecográfico varía según la evolución del coágulo.

Inicialmente son ecogénicos, posteriormente pasan a ser anecógenos o hipoecogénicos y, cuando el coágulo se reorganiza, se vuelven hiperecogénicos. Los bordes suelen ser irregulares.

Hiperplasia nodular
Se caracteriza por la presencia de nódulos isoecogénicos, hipo o hiperecogénicos o con ecogenicidad mixta distribuidos aleatoriamente por el parénquima.

No son patológicos y se dan en numerosos perros en la vejez. Para diferenciarlos de otros procesos como neoplasias es necesario el análisis histopatológico de la lesión mediante una biopsia (figura 3).

Focos de necrosis hepática
Aparecen como nódulos hipoecogénicos. Pueden producirse por lesiones químicas, víricas, tóxicas o inmunomediadas.

Calcificaciones y fibrosis
Se observan como puntos hiperecogénicos en el parénquima de mayor o menor tamaño. Los focos de calcificación pueden presentar sombra acústica.

Neoplasia
Los procesos neoplásicos hepáticos pueden ser primarios o metastáticos. La apariencia ecográfica de las neoplasias es variable, por lo que es complicado diferenciar entre los tipos tumorales sólo mediante la ecografía. Pueden ser anecoicos, hipoecoicos, hiperecoicos y mixtos; pueden formar grandes masas o pequeños puntos dentro del parénquima hepático (figura 4). Los nódulos metastáticos suelen presentar centro hiperecogénico y halo hipoecogénico inicialmente (lesión en diana). Pueden contener quistes o abscesos. El estudio doppler detectará tortuosidad o aumentos en la vascularización. La biopsia permitirá la identificación definitiva.
Figura 5. Hepatitis crónica en un perro de 10 años.
Figura 6. Contusión hepática severa por impacto de un vehículo. El animal murió por coagulación intravascular y fallo multiorgánico a los dos días.

Alteraciones generalizadas del parénquima: hepatopatía difusa
Para detectar cambios generalizados en la ecogenicidad del parénquima hepático es necesario compararlo con el bazo y la corteza renal. Muchas veces la evaluación de dichos cambios es subjetiva, sobre todo en caso de que el bazo o el riñón sean patológicos. Es también difícil clasificar un cambio de ecogenicidad como una patología concreta, es decir, un aumento o disminución de la ecogenicidad no se puede diagnósticar directamente como una hepatitis o una amiloidosis, por ejemplo. Para ello debemos ayudarnos del cuadro clínico, la analítica y la toma de biopsia.

Ecogenicidad reducida
Se observa disminución generalizada en la ecogenicidad del parénquima, y los vasos porta suelen verse con mayor definición por sus paredes hiperecogénicas. Se da en casos de hepatitis aguda sobre todo, aunque puede observarse también en casos de linfoma, leucemia, amiloidosis, congestión hepatovenosa y contusión hepática.

Ecogenicidad aumentada
La ecogenicidad normal está aumentada y los vasos porta se aprecian con dificultad. Se da en casos de infiltración grasa (como la lipidosis hepática o la esteatosis por diabetes), hepatopatía por esteroides, hepatitis crónica, cirrosis y linfosarcoma. Se suele acompañar de hepatomegalia y bordes hepáticos redondeados, excepto en el caso de cirrosis, donde el hígado puede estar disminuido de tamaño.

Ecogenicidad mixta
Es un patrón donde aparecen zonas hipo e hiperecogénicas en todo el parénquima. Se da en casos de cirrosis, neoplasia, algunas hepatitis (figura 5), tóxicos y contusiones hepáticas severas (figura 6).

Sistema biliar
La vesícula biliar es anecógena y redondeada, puede contener sedimento y presentar refuerzo posterior y sombra lateral. Los conductos biliares intrahepáticos y el conducto hepático común se aprecian si están dilatados.

Sedimento biliar y cálculos
La aparición de sedimento en la vesícula biliar es frecuente en animales sanos. Su aspecto es moderadamente ecogénico. Los cálculos en vesícula son estructuras mineralizadas con superficie hiperecogénica y fuerte sombra acústica posterior (figura 7). Nos puede llevar a error la presencia de gas o calcificaciones.

Figura 7. Cálculos biliares en un perro. Figura 8. Colangiohepatits aguda en un perro.

Colecistitis
En procesos agudos hay un engrosamiento de la pared vesicular, que debe ser evidente, puesto que en animales sanos se puede encontrar un engrosamiento leve. Recordemos que la pared también aumenta en casos de hepatitis o colangiohepatitis (en cuyo caso hallaremos signos de alteración del parénquima conjuntamente), hipoalbuminemia, insuficiencia cardiaca derecha, septicemia y neoplasia. La pared vesicular engrosada aparece como una línea hipoecogénica rodeada de dos líneas hiperecogénicas (figura 8).

En casos crónicos, la pared se inflama, aunque las líneas se observan más hiperecogénicas y menos diferenciadas que en una colecistits aguda. Se pueden formar pólipos (estructuras ecogénicas adheridas a la pared por una base fina). Puede haber calcificación de los conductos intrahepáticos.

En ambos casos puede hallarse sedimento biliar o presencia de cálculos, y dolor a la exploración en esa zona.

Obstrucción biliar
La ecografía se utiliza fundamentalmente para diagnosticar obstrucción biliar extrahepática. Son causas de dicha obstrucción: pancreatitis, cálculos biliares, neoplasias, abscesos y granulomas. Tras una obstrucción se observa inicialmente dilatación del conducto hepático común (desde la vista intercostal derecha) y la vesícula, cuyo cuello aparece tortuoso. En dos días aproximadamente hay dilatación de los conductos extrahepáticos, que se observan próximos al cuello de la vesícula. En una semana aproximadamente hay dilatación de conductos biliares intrahepáticos, que aparecen como estructuras sinusoides anecogénicas dentro del parénquima hepático.

Mucocele
Son residuos biliares que pueden formar masas y que no se mueven al desplazar al paciente. Dan una imagen estrellada y ecogénica al contenido vesicular. Es un tipo de colecistitis asociada con obstrucción biliar o necrosis bacteriana de la pared y puede producir perforación.

Neoplasia
En caso de localizarse en los conductos intrahepáticos no puede diferenciarse de neoplasia hepática, ya que los nódulos neoplásicos aparecen en el parénquima. Las neoplasias vesiculares son raras, y se observan como masas ecogénicas e irregulares en la luz vesicular.

Bibliografía
Nyland TG, Mattoon JS; Diagnóstico ecográfico en pequeños animales. Multimédica SA, Barcelona, España. 2004
Farrow SCh; Veterinary diagnosis imaging: the dog and cat. Mosby, Inc. New York, USA. 2003.

Lamb CR; Ultrasonography of the liver and biliary tract. Probl Vet Med. 1991. Diciembre 3: 555-73.

Newell SM, Selcer BA, Girard E et al. Correlations between ultrasonographic findings and specific hepatic diseases in cats: 72 cases (1985-1997). J Am Vet Med Assoc. 1998 jul 1; 213: 94-98.

Partington BP, Biller DS; Hepatic imaging with radiology and ultrasound. Vet Clin North Am Small Anim Pract. 1995 marzo; 25: 305-335.

Feeney DA, Anderson KL, Ziegler LE et al. Statistical relevance of ultrasonographic criteria in the assessment of diffuse liver disease in dogs and cats. Am J Vet Res. 2008 febrero; 69: 212-221.

Mas noticias

Eventos Agenda

18 Mayo 2024 - 17 Noviembre 2024

18/05/2024 - 17 Noviembre 2024

Programa en Fisioterapia

Eventos Agenda

18 Mayo 2024 - 15 Febrero 2025

18/05/2024 - 15 Febrero 2025

Programa en Anestesia

Artículos Animales de compañía

17 Mayo 2024

17/05/2024

La gabapentina es una opción segura y efectiva para tratar trastornos de comportamiento en perros

Actualidad Actualidad Veterinaria

17 Mayo 2024

17/05/2024

El investigador veterinario valenciano José Rafael Penadés, nombrado “fellow” de la Royal Society británica

Actualidad Rumiantes

17 Mayo 2024

17/05/2024

El Instituto de Ganadería de Montaña de la ULE busca mejorar la producción del ganado caprino

 
 

CURSOS

 
 

EVENTOS