¿No tienen la sensación de que médicos y veterinarios a veces parecemos estar en bandos distintos durante nuestra particular batalla para salvaguardar la salud pública? En lugar de compararnos con, no sé, Batman y Robin luchando mano a mano contra el crimen, nuestra relación se da un aire a la de Mortadelo y Filemón, al menos en lo que se refiere a posturas contrapuestas...
Seguro que han tenido que convencer a más de una clienta de que su gato no merece la eutanasia simplemente porque ellas hayan dado positivo en sus pruebas de toxoplasmosis. Y no es fácil, no, que ahí toca vencer el escollo por excelencia: la indicación facultativa (del galeno desinformado, se entiende).
“Sacrifique usted a su perro”, la frase con que se inicia el reportaje del I Simposio Internacional de Leishmaniosis de la página 6 del número de septiembre de Argos, es lamentablemente real. Y es que la leishmaniosis es otra de las típicas causas de desavenencias médico-veterinarias; algo que, personalmente, no me explico.
No puedo estar más de acuerdo con la doctora Guadalupe Miró que, durante dicho simposio, afirmó que “la medicina es única, todos somos sanitarios”. Y más nos vale porque, tal y como se comentó en ese simposio, en un periodo de cuatro años se han detectado ya más de 1.300 casos de ingresos en hospitales españoles por esta enfermedad. En cuanto a la leishmaniosis canina, poco hay que decir que no sepamos ya del panorama que tenemos en la cuenca Mediterránea...
Por eso me llama la atención que un especialista de la talla de Lluís Ferrer se sienta decepcionado al ver el último manual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la leishmaniosis que, según sus propias palabras, “parece hecho hace veinticinco años”. Si la OMS no se sitúa en la vanguardia del conocimiento científico, ¿cómo pretendemos luchar contra las enfermedades humanas y animales?
Por eso es fundamental que médicos y veterinarios vayamos en la misma dirección. Tal y como afirmó el poeta y dramaturgo alemán Goethe: “No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino”.